El guaraní tuvo una devaluación del -0,39 % frente al dólar este año, ubicándose en América Latina entre las tres monedas con menor impacto de depreciación detrás del boliviano de Bolivia (-0,03 %) y el lempira de Honduras (-0,08 %), según Bloomberg Línea. En las antípodas del ranking, el peso colombiano se ubicó con la mejor apreciación, en tanto, el peso argentino es la segunda peor moneda del planeta en 2023.
El artículo “Monedas de Colombia, México y Brasil, top 5 de las que más se apreciaron en 2023 en emergentes”, firmado por Juan Pablo Álvarez, fue publicado el 21 de diciembre, destacando al peso colombiano como la segunda divisa que más se apreció en el mundo este año, detrás del afgani de Afganistán (que subió 27,51 %).
A nivel continental, el peso colombiano (+23,11 %) encabeza la lista, seguido del peso mexicano (+13,83 %), que se ubica tercero a nivel mundial; el colón costarricense (+13,29 %), quinto mundial; el real brasileño (+7,44 %), undécimo en el mundo; sol peruano (+2,78 %), peso uruguayo (+1,21 %) y quetzal guatemalteco (+0,39 %). El análisis abarcó el desempeño cambiario del 31 de diciembre de 2022 y el 20 de diciembre de 2023.
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En el otro margen aparece la moneda paraguaya, aunque con un impacto bajo en relación a otras monedas latinoamericanas frente al dólar: boliviano de Bolivia (-0,03 %), lempira hondureño (-0,08 %), guaraní paraguayo (-0,39 %), córdoba nicaragüense (-0,67 %), peso dominicano (-2,24 %), peso chileno (-2,37 %) y peso argentino (-77,96 %).
“El peso argentino ha sido la segunda peor moneda, ya no de emergentes, sino del mundo entero, también tomando datos de Bloomberg, a lo largo del año. En el mercado oficial, que administra el banco central argentino, el dólar pasó de costar AR$ 133,20, el 31 de diciembre, a los AR$ 807,73 actuales. La única divisa que ha tenido un comportamiento más esquivo en todo el planeta fue la libra del Líbano”, comenta Álvarez.
En tanto, Bloomberg explica que el índice dólar (DXY) tuvo una “desvalorización importante” en los últimos dos meses, que en noviembre arrancó en 107 y que ahora está más cerca de 102, lo que influyó en los movimientos de las monedas latinoamericanas. El debilitamiento de la moneda estadounidense corresponde al anuncio de la Reserva Federal, que finaliza el ciclo alcista de tasas y abrieron la ventana a unos posibles recortes de tasas en el mediano plazo.
“Hay que ser un poco más cautelosos ahora y hay que empezar a revisar qué legislaciones van a ser amigables con el inversionista, qué países o qué presidentes, o qué congresos van a proteger al inversionista, qué sistema judicial protege al inversionista. Ahí vamos a tener la respuesta sobre quiénes van a ser los grandes ganadores en términos de poder adquisitivo de su moneda”, explica Jorge Ángel Harker, asesor de temas internacionales de Adcap Grupo Financiero, al medio especializado.