Los senadores estadounidenses Mike Rounds y Jon Tester, republicano y demócrata, respectivamente, presentaron un proyecto de ley que busca suspender de forma temporal la exportación de la carne paraguaya a Estados Unidos.
Los mismos alegaron que no se cumplió con el estándar propuesto por ganaderos de Montana, cuando que el Departamento de Agricultura del país norteamericano (USDA) es uno de los más estrictos en el mundo y los filtros para la apertura del mercado son varios y de riguroso control.
El Gobierno paraguayo se encuentra trabajando de cerca con la Cancillería Nacional en Estados Unidos para hacer todo lo que esté a su alcance a fin de que este proyecto no avance. Así lo confirmó la viceministra de Relaciones Económicas e Integración del Ministerio de Relaciones Exteriores, Patricia Frutos.
“El proyecto sigue un proceso de estudio, puede ser que la ley muera. Se van a hacer gestiones con los congresistas y miembros de los comités”, indicó la viceministra Frutos a la 730 AM y reforzó que “se van a hacer todas las gestiones que sean necesarias”.
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Así también recordó que este proyecto normalmente tiene un tiempo determinado para que sea aceptado por la Cámara de Representantes y la Cámara de Senadores, y que mientras tanto, por haberse cumplido con los estándares, protocolos y haberse comprobado la seguridad alimentaria de la producción paraguaya, la carne ingresará a Estados Unidos. “La carne ahora entra, no está prohibida”, dijo Frutos.
Según la Embajada de Estados Unidos, el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura ya concluyó el proceso de revisión de las regulaciones que rigen la importación de carne vacuna fresca y de productos de origen animal. La decisión deberá ser publicada el jueves 14 de diciembre en el Registro Federal de EE. UU.
Semanas atrás se confirmaba la reapertura del mercado estadounidense para la carne paraguaya. El embajador de Estados Unidos en Paraguay, Marc Ostfield, felicitó al Gobierno por su trabajo y por ser uno de los 18 países del mundo que puede exportar productos de carne vacuna a su país.
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Se repite el mismo día cada cuatro años
- POR JUAN CARLOS DOS SANTOS G.
- juancarlos.dossantos@nacionmedia.com
Hoy es el día de elecciones presidenciales en los Estados Unidos. Llegó el momento de elegir a la persona más poderosa del planeta por al menos cuatro años. El nuevo presidente asumirá el 20 de enero de 2025 y hasta ese día, si el destino no dice otra cosa, Joe Biden regirá aún al gran país del norte.
El candidato demócrata, quien en 2020 obtuvo una victoria hasta hoy cuestionada por algunos sectores afines el Partido Republicano, no tuvo más remedio que ceder su candidatura a su vicepresidente Kamala Harris. No se sabe si por estrategia o por las condiciones de salud con la que llegaría hasta esta instancia o peor aún, lo que le depararía en caso que continuar en campaña y lograr hoy una hipotética victoria.
La decisión de los demócratas (algunos dicen que fue Barack Obama quien influyó) dio otra oportunidad al partido en el Gobierno porque, de lo contrario, los comicios de hoy hubiesen sido un trámite para Trump por como venían las mediciones y las tendencias.
Biden permanecerá en el cargo con más sombras que luces. Bajo su periodo presidencial se produjo el desastre de la retirada norteamericana de Afganistán, Putin tomó valor y mandó al ejercito ruso a invadir Ucrania y el Medio Oriente, donde los actores están fumando sentados sobre un barril de pólvora, alguien encendió la mecha que por momentos se apaga, pero solo para encenderse y tomar fuerza.
No se puede desconocer que Biden apoyó a Israel en su lucha contra el terrorismo radical islámico, ese que amenaza también a Occidente sin que nos podamos percatar y que cuando lo hagamos ya será tarde. Tampoco se puede desconocer el apoyo a Ucrania tras la invasión rusa. En ambos casos, con cierta reticencia y no en la manera que se esperaba.
Las decisiones de la actual administración de alguna manera favoreció a quienes lo ven como un gobierno débil. Los chinos, rusos, iraníes, norcoreanos y todo el radicalismo oculto detrás de un falso progresismo han sido parte de este grupo.
China ha aumentado de manera gradual y uniforme su influencia en varios lugares del mundo, incluso aquellos donde antes eran considerados “patio trasero” de Washington, hoy son sitios donde China desarrolla una puntada más de su Ruta de la Seda y el puerto peruano de Chankai es uno de ellos.
Nunca antes habían amenazado tan abiertamente a Taiwán. Nunca antes ni Hamás, ni Hezbolá, ni los iraníes se habían atrevido a atacar directamente a Israel en su propio territorio.
Nunca antes los hutíes, que controlan Yemen, se habían atrevido a atacar al tráfico marítimo comercial, lanzando piratas y drones cargados de explosivos contra ellos. Los hutíes tomaron valor y atacaron a Emiratos Árabes Unidos en 2021 y desde el 7 de octubre de 2023 también a Israel.
Tampoco nunca antes los norcoreanos se habían atrevido a salir de su hermetismo y hoy, pese a los descomunales problemas logísticos y de comunicación con los rusos, sus soldados están a punto de luchar contra Ucrania, el protegido de la OTAN.
Bajo esta administración demócrata, Maduro ha desafiado nuevamente a la comunidad internacional, pero como nunca antes, se robó las elecciones en Venezuela ante la candidez del mundo que se desangra en comunicados estériles y situaciones absurdas.
No sabremos si hubiese sido diferente en caso de haber triunfado Trump en 2020, pero lo que sí sabemos es que el mundo ha convulsionado por conflictos en muy poco tiempo (cuatro años).
Tampoco sabemos si un victorioso Trump será el mismo que manejó al país entre 2016 y 2020 o si Kamala Harris, de ganar, será una extensión de la línea de Biden o traerá algo diferente.
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Cinco temas cruciales que están en juego con las elecciones en EE. UU.
Kamala Harris y Donald Trump apuran sus últimas horas de campaña este lunes en el estado de Pensilvania, en el último día de unas elecciones muy reñidas que tienen en ascuas al mundo. La vicepresidenta demócrata y su rival, el expresidente republicano, pelean por los estadounidenses indecisos para desempatar las encuestas. Pero los sondeos pueden ser engañosos, especialmente en Estados Unidos donde no cuenta el voto popular para ganar las elecciones sino los del Colegio electoral.
Cada estado tiene un número de delegados o compromisarios proporcional al tamaño de la población y hacen falta 270 sobre un total de 538 para hacerse con la presidencia. Por eso se centran en los siete estados claves en los que ningún partido tiene el voto asegurado. Pensilvania es posiblemente el más importante de ellos, con nada menos que 19 votos electorales. Todo parece oponer a los dos candidatos para la elección presidencial del 5 de noviembre, desde los impuestos hasta el aborto. ¿Pero, qué está en juego en términos políticos en esta campaña descrita como histórica?
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Economía
Después de tres años de una fuerte inflación, el poder de compra es un tema de preocupación para muchos estadounidenses. Donald Trump, que en su gestión redujo los impuestos a los más ricos y a las empresas, prometió elevar los aranceles a más del 10% en todas las importaciones, lo que, según él, le permitirá financiar una amplia reducción de impuestos. El candidato republicano también se comprometió a hacer de Estados Unidos “la capital mundial del bitcoin y las criptomonedas”.
De su lado, la demócrata Kamala Harris se presentó como la candidata de la clase media y quiere crear una “economía de posibilidades”. Aunque ha asumido algunos de los compromisos de Joe Biden sobre los impuestos a las grandes fortunas, también los ha moderado. Harris promete desgravaciones fiscales por el nacimiento de un hijo, ayudas para dar acceso a la vivienda e incentivos a la creación de empresas.
Inmigración
Para Trump es prioritaria la situación en la frontera con México. Y también es un tema sensible en la campaña, cuando se ha registrado un pico de ingresos ilegales durante la administración de Biden. El republicano, que en su campaña de 2016 prometió construir un muro a lo largo de la frontera, ha ido más lejos esta vez, al plantear la mayor operación de expulsión de migrantes ilegales de la historia de Estados Unidos.
Su retórica xenófoba y deshumanizante sobre los migrantes se repite en sus discursos. Ha usado términos como “invasión”, “hordas” y “el envenenamiento de la sangre estadounidense”. A la defensiva sobre el asunto, Harris ofrece aplicar una política dura. Considera que las personas que ingresan al país de forma ilegal tienen que enfrentar “consecuencias”. También respaldó un proyecto de Biden de invertir en barreras físicas en las fronteras.
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Aborto
El derecho al aborto podría motivar a más estadounidenses tradicionalmente menos politizados a acudir a las urnas, en particular a las mujeres, lo que podría favorecer a los demócratas, porque en paralelo a las presidenciales se celebrarán referendos sobre el tema en diez estados. Es la primera elección presidencial desde que la Corte Suprema, en la que Trump nombró nuevos jueces, revirtió en junio de 2022 la protección federal al aborto, al revocar la sentencia “Roe contra Wade”, que desde 1973 garantizaba el derecho al aborto a las estadounidenses.
Harris hizo de este un tema fundamental en su campaña y responsabiliza a su rival de la situación actual, que describe como “horrible y desgarradora”. La demócrata quiere una ley federal que reanude las disposiciones de la sentencia “Roe contra Wade”. Trump vacila sobre el tema. El expresidente defiende haber dejado el asunto en manos de los estados gracias a la decisión de la Corte Suprema, pero considera que algunos “fueron demasiado lejos”. Según el candidato, su administración será “excelente para las mujeres, pero ha dejado entender que podría usar su poder como presidente para limitar el acceso a los medicamentos para abortar.
Relaciones internacionales
Con una campaña desarrollada en un contexto de guerras en Oriente Medio y en Ucrania, la postura de ambos candidatos está bajo el escrutinio de ciertos grupos de votantes. El republicano, que cree que Estados Unidos nunca fue tan poco respetado en el mundo, asegura que resolverá estos conflicto sin demora, pero nunca explica cómo.
Trump también ha criticado el enorme financiamiento de Washington a Kiev desde 2022. A la inversa, Harris prometió que se mantendrá “firmemente del lado de Ucrania” y que no será “amiga de dictadores”, contrariamente a su rival. Aunque ambos expresan su apoyo al “derecho a la defensa” de Israel, la vicepresidenta intentó equilibrar su discurso insistiendo en el sufrimiento de los palestinos.
Clima
Estados Unidos es el segundo mayor emisor de gases efecto invernadero en el mundo después de China, pero el tema casi no ha sido abordado por los candidatos, que tienen visiones completamente opuestas. Trump es un escéptico del cambio climático y quiere eliminar las subvenciones a las energías renovables y los autos eléctricos, que, en su opinión, perjudican a las empresas. También ha prometido “perforar a toda costa” y prevé salir de nuevo del Acuerdo de París.
Harris, en cambio, esta comprometida a “continuar y desarrollar el liderazgo internacional de Estados Unidos sobre el clima” y ha respaldado gran parte del plan de transición energética de Biden. Como senadora por el estado de California apoyó el “Nuevo Pacto Verde”, una resolución que busca reducir drásticamente las emisiones de gases efecto invernadero.
Fuente: AFP.
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Trump hizo campaña en un camión de basura
Con chaleco naranja y amarillo fosforescente, Donald Trump se subió a un camión de la basura para sacar partido de un desliz del presidente Joe Biden sobre sus seguidores a seis días de las elecciones presidenciales. “¿Qué les parece mi camión de la basura? Este camión es en honor de Kamala y Joe Biden”, dijo el candidato republicano a la Casa Blanca desde el asiento del pasajero, el miércoles pasado.
Para él, su rival demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, y Biden han ofendido a sus seguidores. La polémica partió en realidad de los republicanos. Uno de los teloneros de un mitin de Trump en Nueva York dijo el fin de semana que Puerto Rico, un Estado libre asociado a Estados Unidos, es como una “isla flotante de basura”.
Hablando de ello, Biden afirmó: “La única basura que veo flotando ahí fuera son sus seguidores”. “Su, su, su demonización de los latinos es inconcebible y es antiestadounidense”, añadió. En la red social X, el presidente intentó quitar hierro al asunto diciendo que se refería “a la retórica odiosa sobre Puerto Rico lanzada por un partidario de Trump”.
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De poco sirvió. El comentario se ha convertido en un balón de oxígeno para el republicano y una losa para la vicepresidenta, que se desmarcó de su jefe diciendo que está “en desacuerdo con cualquier crítica a las personas basada en por quién votan”. Trump aprovechó la ocasión.
“Joe Biden finalmente dijo lo que él y Kamala realmente piensan de nuestros partidarios. Los llamó basura”, afirmó Trump en un mitin en Carolina del Norte y en otro en Wisconsin. “Mi respuesta a Joe y Kamala es muy sencilla: no puedes dirigir Estados Unidos si no amas a los estadounidenses”, afirmó el expresidente republicano (2017-2021).
“Trampas”
En el mitin de Wisconsin, el magnate vestía el chaleco sobre camisa blanca y corbata roja. Bromeó con el público. “¿Dónde está mi chaqueta?”, cuenta que preguntó a su equipo para quitarse el chaleco, pero cambió de opinión cuando le dijeron que lo hacía parecer “más delgado”. El republicano comparó esta situación con la vez en la que Hillary Clinton, su contendiente por la presidencia en 2016, afirmó que la mitad de los seguidores del republicano eran “lamentables”.
“Nos han llamado intolerantes racistas, deplorables fascistas, irredimibles, nazis, y a mí me han llamado Hitler”, se quejó este miércoles. A pocos días de los comicios, aumenta el miedo a que el republicano rechace el resultado, como hizo en 2020, si pierde. Más temprano, denunció “trampas” a “una escala nunca vista antes” en Pensilvania, uno de los estados clave para decidir quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca.
La víspera afirmó en las redes sociales que suceden “cosas muy feas” en este estado, en el que perdió por solo 80.000 votos frente a Biden en los comicios de 2020, y pidió a la policía que haga “su trabajo, sin tardar”. El viernes, las autoridades judiciales de un condado de Pensilvania anunciaron la apertura de una investigación sobre un lote de 2.500 solicitudes de inscripción electoral que contenían información de identidad incorrecta. Se están haciendo verificaciones en otros condados, según la prensa local.
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“Si Dios bajara”
Durante el mitin en Carolina del Norte, Trump, de 78 años, estimó que “si Dios bajara de lo alto” para supervisar el escrutinio él podría ganar en California, un bastión demócrata. “Me va muy bien con los hispanos, creo que ganaría”, dijo. Y volvió a atacar los medios de comunicación: “La otra cosa que necesitamos es una prensa honesta y respetada, no la tenemos”.
Harris, de 60 años, también estuvo en Carolina del Norte y en Wisconsin, dos estados clave junto con Pensilvania, Nevada, Míchigan, Georgia y Arizona. “Luchamos por una democracia y, a diferencia de Donald Trump, no creo que las personas que no están de acuerdo conmigo sean el enemigo”, afirmó la exfiscal en sus mítines.
La que puede convertirse en la primera mujer negra presidenta de Estados Unidos prometió “poner al país por encima del partido”. Un mensaje que repitió en Pensilvania. “Todo el mundo tiene derecho a ser escuchado, pero ahora mismo estoy hablando yo”, soltó no obstante a unos manifestantes que la increpaban. Los artistas se vuelcan con la vicepresidenta. A la larga lista se sumó el actor y exgobernador republicano de California Arnold Schwarzenegger.
Fuente: AFP.
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El fabricante original del táper se declara en quiebra
El fabricante estadounidense de los famosos recipientes de plástico Tupperware pidió la protección de la ley de Quiebras en Estados Unidos, en medio de problemas financieros de larga data y una caída de popularidad de sus legendarios productos. “Desde hace varios años, la situación financiera de la empresa se vio duramente afectada por un entorno macroeconómico difícil”, afirmó Laurie Ann Goldman, la presidenta de la firma que se acogió a la protección del capítulo 11 de la ley de Quiebras de Estados Unidos.
Este mecanismo le permite a una empresa continuar funcionando mientras trata de recuperarse. “Hemos explorado varias opciones estratégicas y hemos estimado” que recurrir a esta ley era “la mejor salida”, explicó la ejecutiva. Esta posibilidad circulaba en la prensa desde hace algunas semanas. La cotización de las acciones del célebre fabricante de recipientes de plástico fue suspendida el martes pasado en Wall Street, luego de que la agencia Bloomberg informara de una posible quiebra. El lunes, las acciones de Tupperware perdieron 57,51 % en una sola jornada.
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A mediados de agosto, el grupo explicó que seguía “enfrentando problemas de liquidez importantes” y tenía “dudas sobre su capacidad de continuar con su actividad”. Tupperware lidia desde hace años con una deuda de varios cientos de millones de dólares y ya reestructuró una vez su pasivo, en 2020. Desde 2022, el grupo no publica sus cuentas. En ese año, su facturación cayó a 1.300 millones de dólares, 42 % menos que cinco años antes. En los documentos presentados delante del tribunal de quiebras del estado de Delaware (este) el martes, Tupperware evaluó sus activos entre 500 millones y 1.000 millones de dólares.
Pero su pasivo se ubica entre 1.000 y 10.000 millones de dólares repartidos entre 50.000 y 100.000 acreedores. Al concluir varios acuerdos sobre su deuda en los últimos años, “Tupperware obtuvo algo de tiempo y oxígeno. Lamentablemente, ese tiempo se agotó y la empresa no está en posición de continuar”, destacó Neil Saunders, director de GlobalData.
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Cambio de tendencias
Creada en 1946, Tupperware se convirtió en un éxito total en Estados Unidos y en muchos otros países gracias a la eficacia de su red de representantes. Aunque al principio estos recipientes de plástico para los alimentos se vendían en los comercios, la empresa lanzó luego una serie de “reuniones Tupperware” a domicilio, entre un representante del grupo y posibles compradores, frecuentemente vecinos.
Tupperware se vio afectado por el comercio en línea, la entrega de comida a domicilio y los recipientes de plástico de un solo uso. También es víctima de la decisión de algunos consumidores de buscar soluciones más amigables con el medioambiente. La empresa intentó adaptarse a los cambios del modelo de consumo y desarrolló las ventas online, así como acuerdos de distribución con tiendas. Pero no logró contener la debacle. “Es difícil imaginar cómo esta marca podría volver a sus días de gloria”, reflexionó Saunders. En 2017, la firma creada por Earl Tupper tenía más de tres millones de representantes en el mundo.
Fuente: AFP.