Ante la debatida creación de la Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones, cuyo proyecto de ley busca media sanción este miércoles en el Senado, el economista y exministro de Hacienda, César Barreto, compartió algunos aspectos sobre el papel que desempeñará este organismo en caso de ser aprobado.
“Una entidad especializada e independiente en la supervisión de la administración de los fondos jubilatorios permitirá un control mucho más estricto a los administradores de los fondos. Acá los beneficiarios directos serán los actuales jubilados y los trabajadores que están realizando sus aportes para en un futuro retirarse y estar resguardados”, expresó a La Nación/ Nación Media.
Asimismo, de manera indirecta, beneficiará a los contribuyentes de impuestos sobre cuyas espaldas terminaron gran parte de aquellos casos de insolvencia de alguna caja o sistema de jubilaciones. Por lo que con una correcta administración profesional de los fondos jubilatorios, aplicando las buenas prácticas financieras, beneficiará en términos de una mayor transparencia y profundidad del sistema financiero y del mercado de capitales en su conjunto.
Barreto acentuó que con la creación de la superintendencia se evitará los penosos casos que se dieron en la caja bancaria, así como en la de Itaipú y en la propia del Instituto de Previsión Social (IPS). En estos acontecimientos se perdieron recursos de las jubilaciones por malas inversiones realizadas por los administradores de entonces, dijo.
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Necesidad de regulación
Respecto al proyecto de ley en sí, para el experto, responde a la necesidad de regular adecuadamente los fondos jubilatorios, con qué instrumentos financieros y límites se pueden invertir, a más de supervisar y controlar estrictamente su cumplimiento.
Estas fiscalizaciones deberán ser realizadas por parte de los administradores de las distintas cajas de jubilaciones del país, de modo a proteger los fondos que serán la base para el pago en tiempo y forma de las jubilaciones a todos los retirados actuales y futuros.
Ante la consulta de cómo la ciudadanía aportante podrá estar garantizada, Barreto remarcó que en primer lugar, una buena ley debe ser implementada incorporando personas competentes al frente, en este caso, de la superintendencia, lo que será el punto de partida esencial.
Ya a partir de allí, se debe reforzar con un cercano seguimiento de sus acciones y decisiones por parte de la ciudadanía y las distintas partes interesadas, lo cual será muy importante para que la superintendencia cumpla acabadamente sus funciones en los próximos años, acotó.
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