En un escenario de recuperación económica, el crédito a las empresas mostró un mayor dinamismo logrando un crecimiento del 7,7 % interanual a septiembre. Los principales sectores que impulsaron los préstamos corporativos fueron la construcción, actividades inmobiliarias, comercio al por mayor y servicios.
Según el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del Banco Central del Paraguay (BCP), el crédito al sector empresarial ha venido mostrando señales de un mayor dinamismo, en un contexto de recuperación de la actividad económica local. Al respecto, los créditos a las empresas aumentaron 7,7 % interanual a septiembre y representaron el 28 % del Producto Interno Bruto (PIB) en ambas monedas.
El crédito bancario empresarial en moneda local se incrementó en 5,1 % interanual, explicado principalmente por la incidencia positiva de los créditos destinados a la construcción, actividades inmobiliarias, comercio al por mayor y servicios.
En moneda extranjera, los créditos corporativos mostraron mayor crecimiento desde el último reporte, influenciado por la concesión de créditos a empresas que operan en los sectores de la industrial, el comercio al por mayor y menor, además de la ganadería.
Por su parte, la morosidad del crédito total empresarial se ha mantenido similar en términos interanuales con el 1,9 % a septiembre. Desglosando por moneda, se ha registrado un aumento de la tasa de mora en guaraníes situándose en 3,0 % a septiembre, en donde los sectores como construcción, ganadería y servicios presentaron los mayores incrementos.
En cuanto a la moneda extranjera, se registró una leve disminución de la tasa de morosidad llegando al 1 % a septiembre, explicada por la reducción de los riesgos de crédito en sectores como la agricultura, comercio al por menor e industria. El riesgo del crédito del sector corporativo se ha mantenido acotado, especialmente en moneda extranjera, debido a la aplicación de las medidas transitorias de apoyo a sectores relacionados a la agricultura y la ganadería.
Las medidas de flexibilización estuvieron vigentes hasta el 30 de septiembre del 2023, lo cual, eventualmente, podría influir en la tasa de morosidad. No obstante, la recuperación de las condiciones económicas locales podrían ser uno de los factores que mitigue el aumento del riesgo al crédito.
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