La Federación Paraguaya de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Fedemipyme) observa con buenos ojos el dinamismo que genera la temporada de fin de año, propio de los últimos meses que se empieza a mover. No obstante, habrá que esperar hasta enero para medir si resulta mejor que el año anterior.
“Estamos con esos vientos de fin de año, desde octubre se empezó a sentir, después noviembre y especialmente diciembre que todo se moviliza ya sea porque hay más ingresos, el aguinaldo, o hay más entusiasmo pero todavía no podemos decir si superó a la temporada anterior. Lo que sí vemos es que la gente se está moviendo, y todos estamos trabajando”, expresó el presidente del gremio, Luis Tavella, al diario La Nación/Nación Media.
Respecto a algunos sectores que más movimiento generan a las mipymes, Tavella señaló que el segmento de la construcción, en especial de viviendas, ya sean proyectos de edificios o unidades populares para la zona de Asunción y Central, es lo que realmente mueve a la microeconomía por el efecto multiplicador que representa.
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Por otro lado, están las obras viales, un área más macro que moviliza unos USD 800 millones, más o menos por año, al tratarse generalmente de construcción de kilómetros de rutas que se extienden hacia el interior del país. Pero en ambos casos este año se registra una retracción, por la menor cantidad de proyectos y nuevas licitaciones, lamentó el titular de Fedemipyme.
Consultado sobre cómo están catalogando la gestión del gobierno de Santiago Peña, Tavella indicó que están tomando como algo positivo la dirección del Viceministerio de Mipymes, con un viceministro Gustavo Giménez que conoce de las necesidades y el camino de las soluciones, lo cual es muy tangible, refirió.
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PROCESO LENTO
Aunque todavía siguen percibiendo un lento apoyo con relación a las mejoras para la formalización del sector, pues algunas leyes o decretos propuestos todavía están varados pese a la serie de conversaciones y planteamientos. Por ejemplo, la modificación de la ley de mipymes que todavía está pendiente en la Cámara de Senadores.
Lo mismo en Contrataciones Públicas, respecto a la normativa que habla de que el 20 % de los proveedores del estado pueden ser mipymes, que no contempla los años de experiencia a pesar de ser una pequeña empresa. O que tampoco condiciona el pago a al menos 60 o 90 días, pues una microempresa no tiene la capacidad de esperar meses o hasta un año para recibir su pago.
Una tercera reglamentación, que data del 2016, sobre el acceso a la seguridad social para las mipymes, que resulta igual de costoso que a una multinacional, en la que se viene insistiendo desde hace un año y todavía no se firmó. Todo esto ven con mucha preocupación que no se están dando las ventajas a un sector que representa casi el 90 % de las empresas del país.