Desde el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) explicaron que todos los servicios sanitarios de la región se encuentran realizando la vigilancia pertinente tras la confirmación de casos de encefalomielitis equina en Argentina. Es por eso que instan a los productores a tomar medidas de bioseguridad de manera preventiva, aunque Paraguay no cuente con ningún reporte oficial de la infección.
La doctora Viviana Alonso, directora de anemia infecciosa equina y otras enfermedades en los caballos del organismo veterinario, indicó a La Nación/Nación Media que las acciones deben enmarcarse en prevenir la entrada y difusión del virus al país. Por las condiciones mismas ecológicas de la región existe la posibilidad de enfrentar estos brotes. “Tenemos que tener en cuenta las aves migratorias, y ellas pueden ser las que estén trayendo, siempre estamos susceptibles”, explicó.
Se aguardan los resultados de la tipificación para conocer el origen de la enfermedad en el vecino país que podría ser del este, oeste, o de Venezuela. La fiebre es la manifestación inicial, pudiendo ser intermitente y a medida que avanza el proceso, el caballo puede llegar a tumbarse a raíz de la debilidad en el tren posterior, dificultades en el andar, en la respiración, dilatación de las fosas nasales, y falta de apetito.
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“Los que se mantienen con vida con tratamientos médicos se pueden llegar a reponer, pero es muy importante a nivel deportivo porque genera una pérdida tremenda en el valor del animal y es una pérdida en la industria”, dijo. Todo dependerá de la carga viral del animal y la evaluación médica sobre el avance de la misma, y en caso de que el ejemplar no logre reponerse está recomendado el sacrificio.
Con respecto a reportes en humanos, dijo que Argentina no registra casos, pero también la cefalea es un síntoma, la fatiga, fiebre, entre otros. “Todo eso se puede tratar de acuerdo a la carga viral. De repente los tratamientos pueden llegar a ser efectivos, pero uno no puede tener la garantía de que no vayan a quedar secuelas”, comentó.
Cuidar a la población equina
“Generalmente puede estar habitando en la selva o lugares de ecosistema exuberante, si está en su medio no causa mayor problema, pero la deforestación o cambio en el ecosistema genera que el varactor salga del nicho”, comentó. Es por eso que recomendó que los caballos de competencia entrenen en horarios de menor concentración de mosquitos, usar repelente, eliminar aguas servidas, mantener cuidados entre colaboradores de la industria equina, y la vacunación.
Generalmente la población equina que se vacuna anualmente corresponde a los ejemplares deportivos del sector privado. “Los que participan en exposiciones rurales, que salen de los establecimientos, esos animales por lo general están vacunados, pero finalmente los que tienen el riesgo de difundirla son los de mayor movimiento, por eso la prioridad es cuidar esta población”, añadió a LN/NM.
Al tratarse de una enfermedad zoonótica puede ser transmitida al ser humano, pero “lo importante para la población es que sepan que no es transmitida del animal directamente a otro, ni del animal al hombre”, sostuvo. A su vez, comentó que debe existir la intervención de un mosquito que previamente haya picado a un ave infectada o roedor para seguir con la cadena de transmisión.
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