La historia de la cerveza en Paraguay es un viaje lleno de sabor y tradición, donde la llegada de los inmigrantes dejó una huella imborrable en la identidad nacional. Todo esto podrás conocerlo en el libro Cerveza en Paraguay, lanzado el miércoles en el Complejo Textilia. Se trata de una obra de Juan Alberto Migliore con diseño de Celeste Prieto.

Aunque hubo momentos duros, como el incendio de una fábrica o la triste decisión de un empresario de poner fin a su vida en su propia cervecería, esta historia brilla por la alegría y las fiestas en las que la cerveza siempre ha sido el alma de la reunión.

En el libro también se descubre que el gran futbolista Arsenio Erico, el Saltarín Rojo, tenía raíces italianas y cerveceras. También se podrá conocer más sobre un decreto del gobierno obligó a cambiar de nombre a una cervecería. Estas fábricas eran, además, el epicentro de reuniones llenas de vida, donde los fines de semana se degustaba chopp y se compartían deliciosas comidas.

Lea también: Exportaciones vía maquila cerraron octubre con USD 114 millones en ingresos

Pedro Herken, en San Bernardino, comenzó esta costumbre sirviendo una fresca cerveza que él mismo elaboraba, mientras su esposa Catarina cocinaba platos típicos alemanes para los visitantes. A principios del siglo xx, era todo un acontecimiento viajar en vapor desde el Puerto de Asunción hasta la cervecería La Paraguaya en Sajonia, o en tranvía tirado por mulas hasta la fábrica de los hermanos Creydt en Tuyucuá. Eran días de celebración, ocasiones para disfrutar en familia y con amigos.

La cerveza en Paraguay no es solo una bebida; es un lazo que une a las personas, una herencia dorada con un rico acervo que ha conectado a generaciones y que seguirá fluyendo mientras haya memorias que compartir y amigos con quienes brindar.

Puede interesarle: Industrias aceiteras cerrarán el año con procesamiento del 25 % de la producción

La Fábrica Paraguaya de Vidrios, parte del grupo Cervepar, da un paso gigante con la instalación del horno híbrido más grande de América y el segundo a nivel mundial. Esta innovación permitirá aumentar un 40% su capacidad de reciclaje y producción de envases, impulsando su expansión hacia nuevos mercados internacionales con una oferta más diversa y sostenible.

Con 45 años de historia en la producción de envases de vidrio, la Fábrica Paraguaya de Vidrios (FPV), perteneciente a la familia Cervepar, celebra un hito importante: la ampliación de su capacidad de producción gracias a una inversión de más de USD 43 millones en tecnología de punta.

¿De qué tipo de tecnología se trata? Un nuevo horno híbrido, pionero en América y con tecnología “Net Zero Glide Path Pionner Furnace”, que permitirá a FPV incrementar su producción anual en un 40%, así como la capacidad de vidrio reciclado del mercado. El mismo tendrá funcionamiento continuo las 24 horas y opera con matriz energética 80% eléctrica y 100% renovable.

Santiago Galliano, gerente general de Cervepar, señaló que esta significativa inversión, considerada una de las más relevantes del año, marca un antes y un después en la industria local. “La ampliación de la Fábrica Paraguaya de Vidrios es un logro inmenso para la familia Cervepar, pero, por sobre todo, para la industria nacional”, aseguró. Agregó que la inversión en el nuevo horno es una apuesta para seguir creciendo y para operar cada vez más con mayores estándares tecnológicos y de calidad, impactando positivamente en la comunidad de colaboradores y con el agregado de compromiso ambiental.

Seguidamente, Santiago aclaro que este avance no solo aumenta la capacidad productiva de FPV, sino que también diversifica su oferta en diferentes tipos, tamaños y colores de botellas, como ámbar, verde y transparente. Además, amplía su capacidad de exportación a mercados internacionales clave como Brasil, Chile, Bolivia, Argentina y Uruguay.

LOS DATOS

- La inauguración oficial del nuevo horno se realizó el 11 de noviembre en las instalaciones de FPV en Ypané, con la presencia del Presidente de la República, Santiago Peña, y diversas autoridades.

- Desde su fundación en 1977 en Asunción y posterior traslado a Ypané en 2005, FPV ha sido un referente en la industria del vidrio en Paraguay, manteniendo un firme compromiso con la innovación y la sostenibilidad. Este año, FPV fue reconocida como Empresa B Certificada, reafirmando su responsabilidad social y ambiental.

- FPV emplea de forma continua a 130 colaboradores, el 67% de los cuales son residentes de Ypané y zonas aledañas. Además, su operación contribuye a la cadena de valor del reciclaje, impactando positivamente en el sustento de miles de personas, desde recicladores de base hasta consumidores finales.

- El cambio hacia una matriz energética más limpia es otro pilar de este proyecto. Anteriormente, FPV dependía en un 80% de combustibles fósiles. Con el nuevo horno, ese porcentaje se ha reducido, ahora operando con un 80% de energía eléctrica de fuentes renovables, marcando un importante avance hacia la sostenibilidad.

Con una inversión de más de 43 millones de dólares la Fábrica Paraguaya de Vidrios, parte del grupo Cervepar, amplía su capacidad productiva con tecnología sostenible pionera en América. La ampliación de producción será posible a partir de su nuevo horno industrial que con tecnología de punta y formato híbrido se convierte en el horno más grande instalado en América y el segundo más grande en el mundo.

FPV incrementará en un 40% su capacidad de recolección de vidrio reciclado, así como su producción de nuevos envases para el mercado y apunta a expandir su exportación a más países en el mercado internacional, con mayores variedades y formatos de envases.

La inauguración del nuevo horno industrial tuvo lugar el lunes 11 de noviembre a las 16:00 en sus instalaciones de la Fábrica Paraguaya de Vidrios en Ypané, con la presencia del presidente de la República Santiago Peña y autoridades invitadas.

Lea más: Alto Paraná exporta por primera vez tomates y son 28 mil kilos producidos en Yguazú

Con 45 años de historia en la producción de envases de vidrio, la Fábrica Paraguaya de Vidrios (FPV), de la familia Cervepar, celebra la ampliación de su capacidad de producción a partir de una inversión de más de 43 millones de USD en tecnología de punta. Esta inversión está catalogada como una de las más significativas realizadas en el año.

Este nuevo horno híbrido, pionero en América y con tecnología “Net Zero Glide Path Pionner Furnace”, permitirá a FPV incrementar su producción anual en un 40%, así como la capacidad de vidrio reciclado del mercado. El nuevo horno tendrá funcionamiento continuo las 24 horas del día y opera con matriz energética 80% eléctrica y 100% renovable.

Esta ampliación impactará positivamente en el empleo local y las exportaciones, permitiendo a FPV expandir su eventual alcance en mercados internacionales como Brasil, Chile, Bolivia, Argentina, Uruguay, entre otros.

“La ampliación de nuestra Fábrica Paraguaya de Vidrios es un logro inmenso para la familia Cervepar, pero por sobre todo para la industria nacional. La inversión en el nuevo horno es una apuesta para seguir creciendo y para operar cada vez más con mayores estándares tecnológicos y de calidad, impactando positivamente en nuestra comunidad de colaboradores y con el agregado de compromiso ambiental”, destacó Santiago Galliano, gerente general de Cervepar.

Además, este crecimiento logra la diversificación de producción de FPV en diferentes tipos, tamaños y colores de botellas: ámbar, verdes y transparentes, teniendo así un rol cada vez más competitivo en el mercado, en donde no solo se apunta a la industria de la cerveza sino a la industria en general.

Lea también: Expo Agropecuaria de San Pedro arrancará con 133 empresas de diferentes sectores

Fundada en 1977 en Asunción y trasladada a Ypané en 2005. La empresa ha sido pionera en la industria de vidrios en Paraguay y continúa su compromiso con la innovación y el desarrollo sostenible. Este año logró el reconocimiento como Empresa B Certificada al igual que toda la familia Cervepar.

FPV emplea a unos 130 colaboradores de forma continua y el 67% de los mismos pertenece a la ciudad de Ypané y alrededores. Además, FPV es una industria que contribuye a cerrar la cadena de valor, impactando en el trabajo de miles de personas de la industria del reciclaje, desde el reciclador de base hasta llegar a nuestros consumidores.

La nueva tecnología logró cambiar la matriz energética de FPV. Anteriormente, la planta operaba a partir de 80% de combustibles fósiles como fuente de energía. Con este nuevo horno operará con 80% de energía eléctrica y será 100% renovable.

Chiara Capdevila. Empresaria

Comparto con ustedes un momento importante en la historia de mi primera empresa. Después de casi 16 años liderando esta compañía que fundé y vi crecer desde sus inicios, tomé la decisión de dar un paso al costado como gerente general y designar en este rol a una persona en quien confío plenamente y que, sin duda, llevará a nuestra organización a enfrentar nuevos retos.

Tomar esta decisión no fue fácil. Quienes han construido algo desde cero saben lo que implica delegar y confiarle a otra persona la dirección de un sueño propio. Desde los primeros días, mi empresa fue mi proyecto de vida y un legado que siempre soñé que perdurara en el tiempo. Me tomé varios meses para el proceso de selección, y esto me permitió reflexionar sobre cómo llevar a la empresa al siguiente nivel, garantizando su crecimiento y solidez en el futuro.

La designación de una nueva gerente general fue una experiencia llena de sentimientos encontrados: gratitud, orgullo, felicidad, pero también una gran satisfacción al ver cómo el equipo fue evolucionando. Saber que el liderazgo puede pasar a una persona tan capaz y comprometida me da una paz inmensa y confirma que la decisión de profesionalizar nuestra estructura es la correcta.

Uno de los mayores aprendizajes que he tenido como empresaria es la importancia de profesionalizar la compañía. Al estructurar la empresa con liderazgo especializado y delegar estratégicamente, garantizamos la eficiencia operativa y fortalecemos los pilares de nuestra organización para enfrentar nuevos desafíos. Profesionalizar significa dejar de depender de una sola persona y construir un equipo sólido y multidisciplinario, que comparta la visión, los valores y que posea la experiencia y el conocimiento para llevarla aún más lejos.

Con la nueva gerente general, la empresa se beneficiará de una dirección renovada, con nuevas ideas y estrategias para consolidar nuestra posición en el mercado. Esta transición nos permitirá optimizar procesos, fomentar una cultura de innovación y asegurar que nuestro crecimiento esté sustentado en prácticas empresariales sólidas y responsables. Además, profesionalizar la estructura directiva impulsa una mayor resiliencia y adaptabilidad, características esenciales en un mercado en constante cambio.

Mientras asumo un rol más estratégico, siento una inmensa gratitud hacia quienes han sido parte de este proceso y hacia quienes seguirán trabajando para que la empresa alcance nuevas metas.