La Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPPC) de Argentina, que reúne a las principales terminales cerealeras multinacionales, reclama una respuesta a la Subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante, dependiente del Ministerio de Transporte de su país, ante una nueva medida que prohibiría que remolcadores extranjeros realicen maniobras de amarre en Rosario (Santa Fe), dentro de los conflictos que afectan a la hidrovía. Se muestran preocupados ante dicha situación debido a que no hay equipos argentinos para reemplazarlos.

Según una publicación del periodista económico Mariano Galíndez en el portal Rosario3, el gremio argentino envió una carta el pasado 9 de agosto al subsecretario de Puertos y Vía de la Nación, Patricio Hogan, preocupado por las versiones que llegaron a los ejecutivos sobre una nueva medida del Ministerio de Transporte, a cargo de Diego Giuliano, sobre la hidrovía.

“Dicho simple, el tema es el siguiente: los trenes de barcazas que llegan de Paraguay con soja paran todos en un punto de amarre al norte del Gran Rosario esperando el ok para ingresar a cada puerto. Para el Gobierno, ese tránsito es un viaje de cabotaje y como el transporte entre puertos argentinos solo lo pueden hacer embarcaciones de bandera nacional, debería estar en manos de remolcadores argentinos”, explica Galíndez en su nota.

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Añadieron que a 36 días de la remisión de la carta no tienen respuesta, mientras aumenta la preocupación debido a que consideran que no hay suficiente cantidad de remolcadores argentinos que los puedan reemplazar. “Es importante destacar que no hay en la actualidad flota argentina suficiente y mucho menos remolcadores de bandera nacional que puedan cubrir la demanda que se necesitará de hacerse efectiva tan inoportuna decisión”, añadieron en la nota enviada.

Además de dificultar un sistema que viene funcionando de forma eficiente, indicaron que debe tenerse en cuenta que la presente disposición que se busca derogar se implementó justamente por la falta de buques empujadores argentinos, por lo que el remolcador encargado de hacer toda la travesía fluvial, de origen a destino, es el que hoy se ocupa de la entrada a puerto y el atraque.

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Advirtieron que la decisión incrementará innecesariamente los pedidos precarios con la carga burocrática e incremento de costos que eso supone, sobre todo por la etapa de crisis que están atravesando por la sequía que produjo un aumento del tránsito de barcazas proveniente de Paraguay, Brasil y Bolivia con materia prima que abastece a industriales de molienda, como también minerales que permiten la continuidad de la producción en ese país.

“Le solicitamos se revea la decisión de adoptar, no llevándola a cabo lo que redundará en el mantenimiento de la eficiencia del sistema y en el no encarecimiento de costos portuarios y de exportación e importación”, termina la carta que lleva la firma del presidente del gremio, Luis Zubizarreta.

Según el medio del vecino país, la medida en cuestión es parte de una avanzada estatista del Gobierno argentino sobre la hidrovía que tuvo su punto más fuerte en la decisión de empezar a cobrar un peaje unilateral a las embarcaciones paraguayas por el acondicionamiento de la vía navegable desde Santa Fe a confluencia.

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