Una situación que se temía por el conflicto en la hidrovía Paraguay-Paraná debido a la imposición de Argentina de un peaje ilegal a toda embarcación que transite por el tramo Confluencia-Santa Fe era que los sobrecostos millonarios que implicaría para el sector fluvial local, finalmente terminarían trasladándose al consumidor final.
“Este peaje que surgió de la nada es un costo nuevo que se agrega a los costos de trasporte que ya tenemos, y esto evidentemente va ser traspasado al propietario de la carga, y este seguramente al consumidor final, que en este caso concreto fue en combustible”, expresó el presidente de la naviera paraguaya Mercurio Group, Luis Ortega, al canal argentino Dnews, tras la orden de embargo e interdicción de la Prefectura Naval Argentina sobre una de sus barcazas, el 6 de setiembre pasado.
El pago realizado el viernes último fue concretamente de unos USD 27.000 en concepto de una de las primeras facturas que la empresa recibió. Ortega refirió que la naviera tiene facturas pendientes por valor de más de USD 210.000, monto que se presume será trasladado a los consumidores finales.
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Peaje es de ida y vuelta
Si bien no se puede estimar aún porcentajes de los sobrecostos, hizo hincapié en que el peaje se pretende aplicar a toda embarcación de bandera extrajera que navegue por el tramo mencionado, por lo que se traduce que los sobrecostos serán trasladados a todos los productos que el Paraguay exporta e importa, puesto que el peaje de USD 1,47 se aplica por cada bajada y subida (ida y vuelta).
Esto se agrava aún más teniendo en cuenta que el Paraguay, a pesar de ser un país mediterráneo, en un 80 % prácticamente moviliza su comercio exterior por la vía fluvial, que sería la más rentable, pero con el peaje los costos operativos y de logística aumentarían en todos los rubros.
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