El presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Pedro Galli, habló acerca de la situación de la carne y del país como exportador de la proteína roja, recordando los años en los que se llegó a ocupar el ranking entre los primeros, puesto que se perdió a raíz de varios factores registrados durante los últimos años.

“El sector estuvo muy golpeado en los últimos años, además de las debilidades como la falta de mercados y políticas públicas para revertir el puesto número 11 en el que nos encontramos actualmente como exportadores y volver a los primeros lugares, recordemos que llegamos a ser sexto exportador de carne en el mundo”, expresó a La Nación/Nación Media.

Hay que mencionar que, según el último boletín del Servicio Nacio­nal de Calidad y Salud Animal (Senacsa), el volumen embar­cado de enero a julio de este año totalizó 216.563 tone­ladas, lo cual significó una reducción del 7,4 %, pues en el mismo periodo del año anterior se enviaron 233.876 toneladas. Los ingresos, en tanto, cayeron 16,8 % incluso, por USD 935 millones generados en comparación a los USD 1.125 millones del 2022.

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El referente del sector remarcó que el rubro ganadero es uno de los más importantes para seguir desarrollando al país, no solo en términos económicos para los industriales, sino también socialmente por las divisas que genera. Esto luego se convierte en guaraníes que vuelven a los bolsillos de la ciudadanía, por lo que es preciso fortalecer las políticas de promoción, a modo de tener mayor alcance internacional.

Galli insistió en que el nuevo gobierno tendrá la tarea de propiciar mayores y mejores mercados alternativos, en un trabajo conjunto entre todos los componentes de la cadena de valor de la carne, tanto productores, industria, gobierno, el servicio sanitario a través de una institución que otorgue participación a cada actor, con el objetivo de mejorar el posicionamiento de Paraguay como proveedor de carne al mundo.

Por lo tanto, para los productores ganaderos será crucial que el gobierno entrante tome la determinación de seguir con los proyectos de alianzas público- privadas, a modo de trazar políticas públicas sobre la producción, y, en consenso seguir desarrollando la actividad que genera beneficios para todo el complejo cárnico, con recursos genuinos para el Estado que podrán ser reinvertidos, aseveró el titular de la ARP.

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