La Unión de Gremios de la Producción (UGP) reportó que los productores de trigo registraron un clima desfavorable para los cultivos y la propagación de enfermedades del final de ciclo de la siembra, lo cual ocasionó que la calidad del grano bajara y disminuyeran los rindes. Pese a ello, se espera que el panorama mejore si las condiciones son favorables, pues se estima llegar a los 3.500 kilos por hectárea.

La campaña del trigo 2023 sigue en pleno avance, los cultivos están en distintas etapas, algunas con parcelas en cosecha, otras donde el cereal sigue en maduración e incluso en desarrollo de las espigas. Según comentó Aurio Frighetto, productor y representante de la Coordinadora Agrícola del Paraguay, se cuenta con un clima muy caliente y con mucha humedad. “No está favoreciendo al trigo y ocasiona la proliferación de enfermedades foliares y de espiga”, explicó.

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Agregó que continúan realizando todos los controles necesarios para lograr los resultados deseados. Otra problemática que enfrenta el rubro son las expectativas de precios que se encuentran en rangos bajos, se habla de que estos podrían estar entre USD 130 a 180. “En ese caso, debemos tener un rendimiento por los 3.000 kilos por hectárea para cubrir los gastos de producción, bajo de eso serían resultados negativos”, advirtió en el más reciente boletín difundido por el gremio.

En mayo, durante el lanzamiento de la siembra, se había mencionado la expectativa de un millón de toneladas con una cosecha de 500.000 hectáreas. En tanto, según indicaron en el documento de la UGP se plantaron 140.000 hectáreas en esta zafra. Hay que recordar que durante el 2022 la siembra llegó a las 450.000 hectáreas, un repunte del 7 %, con relación a la zafra 2021.

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