El pacto verde europeo busca lograr la neutralidad climática para 2050. En ese sentido, desde el sector productivo de nuestro país manifestaron que estas pretensiones preocupan, puesto que la exigencia de no comprar ni recibir en sus mercados productos que hayan sido objeto de deforestación luego del 31 diciembre de 2020 sería condenar el desarrollo del Chaco, teniendo en cuenta su enorme potencial de crecimiento.

Así lo indicó Hugo Pastore, director ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), quien mencionó que se encuentran trabajando a nivel de la Unión de Gremios de la Producción (UGP) para analizar la coyuntura. “En el caso de la región Oriental eso no sería un inconveniente para nosotros, pero en el Chaco sería condenarlo a que quede como un museo siendo que es más del 60 % de nuestro territorio”, sostuvo.

Comentó que incluso el ministro de Agricultura y Ganadería (MAG), Santiago Bertoni, refirió que estas son imposiciones de la UE que se pretenden instalar fuera de su territorio, lo cual no correspondería. En torno a ello, agregó que Paraguay viene manteniendo una línea en este sentido y coincide con la postura de los países integrantes del Mercado Común del Sur (Mercosur).

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“Nuestra región tiene condiciones diferentes de desarrollo y producción diferente al continente europeo. Nosotros tenemos una competitividad mayor”, advirtió a la 1020 AM y detalló que Paraguay puede llegar a sacar 5 cosechas en dos años de una misma superficie con los cuidados al suelo, mientras que en el hemisferio norte el rigor del invierno solo permite obtener un cultivo al año.

No obstante, el representante del gremio dijo que se busca contar con todos los mercados posibles, por ello se trabajará en un protocolo para dar seguimiento a los cultivos de las fincas, pasando por los silos de acopio y el traslado a puertos y fábricas, y el sector ganadero se halla haciendo trabajos de trazabilidad.

Recordó que en la región Oriental sigue vigente desde el año 2004 la Ley de Deforestación Cero y los casos de tala fueron producto de invasiones ilegales de tierra y mayoritariamente fueron destinadas al cultivo de marihuana. En el Chaco paraguayo se permite el cambio o uso del suelo bajo estrictas condiciones, donde alrededor del 50 % del área puede cambiar de uso y dedicarse a actividades de producción.

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