Ciudad del Este. Agencia regional.

La comuna de Ñacunday tiene el plan de incentivar a los agricultores en diferentes rubros para recuperar una producción diversa y, a la vez, obtener una mejor renta. En tal sentido, se lleva a cabo el proyecto de lograr mayor producción de la yerba mate para adquirir una secadora en el municipio. La meta es llegar a 500 hectáreas como mínimo, de las 250 que se tienen ahora.

El intendente Rafael Ramírez informó a La Nación/Nación Media que los productores de yerba mate del municipio terminan recibiendo muy bajo beneficio porque, al no haber secadoras en la comunidad, se ven obligados a vender sus productos en el distrito de Mayor Otaño, donde sí tienen la máquina.

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“Lo que estamos proyectando es contar con nuestra propia secadora, que los productores de yerba ya existentes hoy en el municipio tengan mejores precios y, a la vez, que aumente la producción y sea un rubro de renta para los agricultores”, expresó el intendente a LN.

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El distrito de Ñacunday proyecto alcanzar las 500 hectáreas de producción yerbatera. Foto: Gentileza

Indicó que, para tener una secadora, se requiere una cantidad mínima de producción para que sea sustentable la compra y mantenimiento de una secadora, por lo cual incentivan al aumento de hectáreas de producción para llegar a 500 hectáreas. En tal sentido, la comuna adquirió 60 mil plantines de yerba y distribuyó a los productores, entre a 200 y 300 plantas a cada uno, y está previsto más compra y distribución.

Requerido por qué recurrieron a la yerba mate si esta requiere de mucho tiempo para estar en condiciones de ser cosechada, Rafael Ramírez dijo que en la comuna y los productores involucrados son conscientes de eso, pero una vez consolidada la producción y teniendo su propia secadora, será un beneficio para los que ya tienen producción de yerba mate como para los nuevos.

“Se trata de un proyecto a largo plazo que debía empezar y lo estamos haciendo, para sostenerla con acompañamiento a los productores y que los paraguayos vuelvan a tener alternativas de producción y sean ellos mismos los que aprovechen la tierra y no rentarla”, sostuvo el jefe comunal para Nación Media.

Garantizar la materia prima

Consultado por el mercado, mencionó que “se trata de garantizar primero la materia prima y luego negociar con las empresas, pero sin tener una producción calificada, no se puede negociar mucho con las empresas”.

Al ser cuestionado si un plan de incentivo a la producción sin tener mercado garantizado no es un riesgo, Rafael Ramírez dijo que la yerba mate está en auge y que la producción actual de Ñacunday va todo a un secadero que luego vende a las firmas yerbateras y lo que se trata de hacer es consolidar una producción determinada en el municipio, que se cuente con secadora y se comercialice desde el distrito.

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El municipio distribuyó plantines de yerba mate entre los agricultores. Foto: Municipio de Ñacunday

“Es nuestro sueño que, en esos embalajes, alguna vez diga “producido en Ñacunday” y que la tierra vuelva a ser una zona de producción diversa, donde los campesinos paraguayos logren un bienestar gracias a un mejor aprovechamiento de sus tierras. Lo que buscamos es fortalecer a los pequeños y medianos productores”, manifestó el intendente.

Recientemente, el ministro de Agricultura y Ganadería, Santiago Bertoni, informó que en el último año se duplicó la producción de yerba mate y deben buscar nuevos mercados para dar respuesta a esa sobreproducción y se está mirando a países extrazona para la obtención de nuevos lugares donde vender.

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