Según refirió Paul Sarubbi, titular de la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa), al Estado le estaría saliendo muy caro el retraso en los pagos que tiene con el sector de la construcción. Señaló que como país no podemos seguir financiando con deuda pública aquellos proyectos que pueden ser financiados desde el sector privado y, además, reiteró la falta de políticas a largo plazo que garanticen la industrialización.
“En el 2022 bajó un 20 % la cantidad de volúmenes de obras, en el 2023 va a bajar mucho más. Hay que solucionar esto y empezar a utilizar una estrategia en la cual se le dé más participación al sector privado”, remarcó. Agregó que este segmento debe estar involucrado en las políticas económicas del país, porque al final de cuentas es el que debe invertir para lograr el desarrollo.
Comentó que existen proyectos con un volumen suficiente de tránsito, como por ejemplo las rutas, que a través del cobro del peaje se podría ir pagando la inversión hecha. “No vale la pena que se esté endeudando con una deuda pública y eso lo puede hacer desde el sector privado y después se recupera esa inversión a través de los años”, subrayó para el programa “Cara o Cruz”, emitido por Unicanal.
Lea también: Sector cárnico no descarta dejar de lado la vacunación contra la fiebre aftosa
Sarubbi puso de ejemplo al tramo a cargo de Tape Porã con el cual se utilizó el riesgo del sector y los retornos se obtuvieron con el peaje. “Se puede hacer lo mismo con el aeropuerto, con la hidrovía y con muchos otros proyectos”, sostuvo. En cuanto a aquellos que necesiten el capital público, explicó que se tiene que apuntar a la energía eléctrica, porque va de la mano con las industrias que generarán mano de obra sostenible y el crecimiento del producto interno bruto (PIB).
El representante del sector agregó que uno de los mayores problemas es la falta de políticas a largo plazo, porque el rumbo que toma un gobierno no lo toma el siguiente y se pierde mucho tiempo. Esto, teniendo en cuenta que en la última década las empresas constructoras paraguayas cubrieron los volúmenes de licitaciones en el rubro contratando personal, haciendo inversiones y comprando equipos, generando un gran potencial que ahora se ve atascado por la deuda de más de USD 300 millones que les afecta.