La coyuntura de crisis económica en la Argentina sigue afectando a varios sectores productivos locales, teniendo en cuenta que es uno de los principales socios comerciales. El Gobierno argentino viene implementando una serie de medidas en el intento de contener su inflación, lo cual alcanza a los importadores ya sea con los permisos de importación, o la restricción a la hora de liberar dólares a su mercado, imposibilitando a comerciantes a realizar sus pagos o bien pueden concretar transferencias para dentro de 60 o incluso 180 días.
“La Argentina siempre fue nuestro principal mercado, seguimos operando con ellos, pero lo cierto es que sus complicaciones hacen que sea muy poco previsible mantener o sostener en el tiempo los negocios. Les seguimos proveyendo en la medida que se puede, pero sin previsibilidad”, expresó Diego Daud, empresario del sector textil.
Por todo esto, proveer al mercado argentino se vuelve muy complicado, tanto a la hora de hacer los negocios en cuanto a los volúmenes, la forma en que se cumplen, los envíos y los pagos, por lo que hasta cerrar o completar el proceso de entrega se vuelven muy complicados, dejando a los exportadores paraguayos sin total previsibilidad.
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Generar alternativas
Daud resaltó que al segmento textil de la maquila sí le está yendo bien, pues se mantiene con números de crecimiento bien importantes, y con proyecciones de seguir dicho camino, pues según el propio informe del Consejo Nacional de Industria Maquiladora de Exportación (CNIME) del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), lo sitúa como el segundo rubro de mayor participación de las exportaciones del régimen.
Las empresas confeccionistas más tradicionales son las que se ven más apretadas, debido a que la mayoría depende en gran medida del mercado argentino, mientras que las maquiladoras tienen más matrices brasileñas donde envían sus producciones, donde quizás las tradicionales también deberían apuntar aumentando la producción y siendo más competitiva. Igual, hubo alguna que otra firma que logró diversificar sus mercados con envíos hasta Estados Unidos, dijo.
Al respecto, el empresario opinó que la industria nacional propiamente debería hacer mea culpa, de buscar más mercados alternativos, aunque también se entiende que quizás lo que le pasa a muchas empresas paraguayas es una cuestión de idiosincrasia de mediterraneidad, a lo que se suman las cuestiones arancelarias y de logística de extrazona del Mercosur, que complica más enviar productos paraguayos a Chile, a que llegue un buque de China a un puerto chileno.
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