Hoy 7 de junio es el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos (DMIA), que en este 2023 se conmemora su quinta edición, con el slogan “La inocuidad de los alimentos es un asunto de todos”, por lo que a nivel local desde el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), como organismo regulador de las buenas prácticas, instan a la población a interesarse en la causa.
“Necesitamos que nuestra población conozca más para saber exigir más, además de cuidar su salud a través de productos inocuos, lo cual se logra con la higiene de los mismos, y es por eso que muchas enfermedades están asociadas a esta falta de cuidado”, expresó a La Nación/Nación Media la directora de Calidad, Inocuidad y Agricultura Orgánica del Senave, Leticia Soria.
Lo que se busca es fomentar la inocuidad alimentaria en la población paraguaya, teniendo en cuenta que a nivel global cada año unas 600 millones de personas se enferman debido a 200 variadas enfermedades que pueden ser transmitidas por los alimentos, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
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Generar conciencia
Es así que desde el Senave se adhieren a la iniciativa global de generar conciencia tanto en la población como en los sectores que producen alimentos sobre la importancia de la inocuidad alimenticia, y como organismo regulador trabajan en normas de calidad e inocuidad a través de la aplicación de buenas prácticas agrícolas.
Así también, la entidad como organismo responsable del rubro de los vegetales se encarga desde el año anterior en establecer los primeros límites máximos de residuos de plaguicidas, lo cual no tiene precedentes en el ámbito nacional.
“Realmente la población conoce muy poco todavía sobre lo que es la inocuidad alimentaria, de modo de disponer y consumir productos inocuos en el mercado y saber elegirlos, porque como dice el slogan, esto puede salvar vidas”, instó la directora de calidad e inocuidad.
Las normas no solo ofrecen a los agricultores y elaboradores orientaciones sobre la manipulación higiénica de los alimentos, sino que definen también los niveles máximos de aditivos y contaminantes, entre otros componentes que pueden ser consumidos con seguridad. Es por ello que los gobiernos, organizaciones y entidades regionales o intergubernamentales son los encargados de establecer dichas normas en cada país, acotó la OPS.
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