Desde el sector avícola industrial refirieron que la detección de casos de influenza aviar (IA) se dio en aves de traspatio, por lo cual no debe confundirse con las granjas a gran escala que cuentan con altas medidas de bioseguridad. Esto, tras la confirmación de tres focos de la enfermedad en los distritos chaqueños de Mariscal Estigarribia, Neuland y la Colonia Fernheim, Filadelfia, que son zonas de rutas de aves migratorias.
“Al ser granjas de traspatio por supuesto que están en contacto al aire libre y pudieron haber tenido un contacto directo con algún ave silvestre que haya podido traer la enfermedad”, expresó Blanca Ceuppens, empresaria del rubro. Además, añadió que la presencia de la infección estaría focalizada y fue en muy pocas cantidades de animales que ya fueron sacrificados por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa).
Atendiendo a que el consumo de carne de pollo creció bastante a lo largo de estos años, reiteró que la IA no llegó a los establecimientos de cría de pollos. “Ni de pollos, gallinas o ponedoras, todavía a nivel comercial ha tenido un resultado positivo, esto es en el Chaco”, advirtió. Una de las ventajas que podría tener la enfermedad es que debido a su alta mortalidad muestra sus síntomas con rapidez y es fácil de detectar.
Ya cuando esta llegó a Argentina se intensificaron los controles y sobretodo los accesos a los galpones, limitando el acceso al público, colocando mallas antipájaros, haciendo clorificación del agua y otras medidas. “Queremos dar la tranquilidad al consumidor de que estamos trabajando con los organismos locales para evitar que llegue a la producción comercial de nuestro país y que haya sido solamente en aves silvestres”, puntualizó.
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Las aves de traspatio cuentan con otro tipo de crianza y razas, produciéndose en el exterior y no precisamente en galpones. “Tampoco pueden estar vacunadas, están mucho más expuestas que las granjas industriales o comerciales que están en un espacio delimitado o tienen las mallas”, dijo y confirmó que la detección de los casos se dio mayormente en patos.
Baja posibilidad de contagio
Con respecto a las probabilidades de un traspaso a humanos detalló que son bajísimas porque según las estadísticas los que llegaron a contagiarse lo hicieron a través de un “contacto o manoseo” de las aves enfermas o muertas llevando sus manos a la nariz o lengua por falta de higiene. “Nosotros en las granjas estamos capacitados con las medidas de bioseguridad para que no ingresen y el personal tiene hábitos de limpieza, baño y cambio de ropa”, añadió a la 1020 AM.
A partir de diciembre las especies migratorias del Hemisferio Norte comienzan a viajar huyendo del frío al Sur y si están enfermas pueden depositar la IA. No obstante, durante esta época del año vuelven a regresar a su país de origen, y por ello los contagios disminuyen o prácticamente desaparecen. “Hay que ver si la enfermedad ha pasado otras a aves pero normalmente lo que suele suceder es al disminuir el frío allá ya estén regresando”, subrayó.