La confirmación de los casos positivos de influenza aviar en el país, específicamente en la zona del Chaco paraguayo, hizo que intensificarán los controles, medidas preventivas y de bioseguridad que ya se venían aplicando en las granjas de producción y galpones comerciales o industriales, los cuales representan sobrecostos para todo el segmento.

Al respecto, el presidente de la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avipar), Néstor Zarza, mencionó que efectivamente muchos pequeños productores de aves caseras o cría familiar tuvieron que cerrar y dejar de producir por las grandes inversiones que representan las medidas de seguridad.

“Mucha gente ha eliminado la producción de aves caseras, porque económicamente no es viable para una familia que tiene 30 a 40 aves, y no pueden gastar millones de guaraníes ante las disposiciones de Senacsa que implican cerrar galpones con rejas antipájaros por ejemplo”, expresó en comunicación con la 650 AM.

Esto, a diferencia de las grandes empresas o comercios dedicados a la cría de aves ya cuentan con galpones cerrados, que son climatizados incluso, por lo que los productores industriales ya venían trabajando en mecanismos rigurosos de bioseguridad, aunque también tuvieron sus sobrecostos.

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Mientras que la producción más tradicional se realiza en galpones con cortinas, los cuales no son del todo seguros, teniendo en cuenta que en un 90 a 95% la enfermedad llega a través de las aves extranjeras o migratorias. Es por ello que desde que se establecieron las medidas de prevención cuando los casos en la región empezaron a aumentar, con el avance inminente desde la Argentina, Senacsa emitió la obligatoriedad de cerrar la zona de los galpones con rejas antipájaros.

La lista de las medidas que se aplican sigue con limitar el acceso de personas que no sean trabajadores, la desinfección rigurosa de todo lo que entra y sale, la ducha obligatoria, los uniformes se quedan en un vestuario especial y se lavan diariamente, entre otros.

El titular de Avipar aseveró que el sector se encuentra trabajando con las autoridades sanitarias, aplicando el protocolo dispuesto, y que dentro de todo, los focos se dieron en zonas lejanas donde hay poca densidad avícola, como lo es el Chaco. Reiteró que el consumo de productos avícolas es seguro, y que el contagio a humanos es prácticamente nulo.

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