Desde la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod) aclararon que en Paraguay en la última zafra 2022-23 se contó con más de 3,6 millones de hectáreas de soja, lo que corresponde al 9 % de la superficie de nuestro país. El presidente del gremio, Alfred Fast, sostuvo que con los datos se pueden contrarrestar completamente los comentarios que tengan intencionalidad en cuanto al manejo del sector.
Aseveró que el sector no es responsable de la destrucción de los suelos y que la situación se da totalmente al revés. “Dentro de la rotación de cultivos donde vos plantas maíz, girasol, nabo, avena o trigo, la soja es un componente más, y en nuestro clima se pueden plantar cinco rubros en dos años y tres de esos son de renta y uno o dos de cobertura”, apuntó, agregando que Paraguay es líder en lo que respecta al sistema de siembra directa.
Esto en realidad es una agricultura del carbono, pues se aumenta la cantidad del mineral en el suelo, haciendo que los campos puedan almacenar aguas, nutrientes y vida biológica, siendo un sistema regenerativo tanto para los agricultores como la ganadería. Apuntó que el debate corresponde a temas ideológicos al haber intereses económicos por temor a la eficiencia de la producción paraguaya o grupos políticos que se oponen a estos cultivos.
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“La soja es parte integral de una rotación de cultivos muy importante que se da”, expresó a la 800 AM. Así también, manifestó que en muchos casos no se conoce que la oleaginosa mediante las bacterias que tiene en sus raíces capta el nitrógeno del aire y lo convierte en un fertilizante tanto para el cereal como también para el resto para los cultivos siguientes.
Fast explicó que haciendo un cálculo aproximado se dan ganancias de alrededor de USD 600 a USD 800 millones gracias a las plantaciones con este elemento biológico al no necesitar comprar fertilizantes que contaminan el suelo. “Directamente en forma biológica y totalmente orgánica se llega a fertilizar el suelo. Entonces la soja sale demasiado bien y todos quieren plantarla”, subrayó.