Según el más reciente informe del Banco Mundial sobre ”El potencial de la integración, y oportunidades en una economía global cambiante”, para impulsar el crecimiento de la región, los países deben preservar la resiliencia y aprovechar las oportunidades únicas que ofrecen las tendencias hacia la relocalización de empresas también conocida como nearshoring y la industria verde.
El reporte señala que pese a que las economías de América Latina y el Caribe supieron adaptarse a la presión creciente del endeudamiento, la inflación y la incertidumbre mundial, los nuevos vientos en contra que provocan la caída en los precios de las materias primas, la suba en las tasas de interés en los países desarrollados y la incierta recuperación de China podrían ensombrecer de nuevo las perspectivas.
Ante esto, William Maloney, economista jefe de la organización, consideró que se debe encontrar formas de ganar atractivo y utilizar la relocalización como una opción, teniendo en cuenta que la región sigue siendo una de las menos integradas, mientras que la apertura comercial y la inversión internacional directa se estancaron o disminuyeron en la mayoría de los casos durante los últimos 20 años.
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“Además, aprovechar la extraordinaria ventaja comparativa en la producción de energía sostenible, los productos básicos necesarios para las industrias verdes emergentes y su capital natural único ofrece una nueva fuente potencial de crecimiento, pero esto requerirá políticas para facilitar el acceso a los mercados globales, capital y tecnología”, detalló.
Hay que mencionar que en nuestro país, el sector privado contempla la construcción de una planta industrial de biocombustible, con lo cual se posicionará al Paraguay como referente mundial en el rubro. Asimismo, para este primer semestre, se tiene previsto el inicio de la construcción de una planta de producción de hidrógeno verde en la ciudad de Villeta, con una inversión adicional de convertir ese hidrógeno en amoniaco.
El informe estima que el producto interno bruto (PIB) regional crecerá 1,4% en este 2023, una tasa inferior a la anticipada. Así también, se esperan tasas de 2,4% para el 2024 y 2025, las cuales serían “demasiado bajas para lograr progresos significativos en la reducción de la pobreza”. Por ello, instaron a potenciar el crecimiento inclusivo, para que todos se beneficien del desarrollo, lo cual requerirá mantener la estabilidad macroeconómica y aprovechar las oportunidades que hoy ofrece una integración comercial.