Hace una semana culminó con éxito la visita téc­nica realizada por el equipo de la Agencia de Ins­pección de Sanidad Animal y Vegetal (Aphia) y la Admi­nistración de Alimentos y Medicamentos (TFDA) de la República de China (Taiwán) en Paraguay, como parte del proceso de apertura al mer­cado taiwanés para el sector avícola.

La empresaria y referente del rubro, Blanca Ceuppens, dijo a La Nación/Nación Media que tienen expectativas positivas para que se de la apertura en el primer semestre del 2025 con aranceles y cuotas que permitan a Paraguay ser competitivo, ya que Taiwán compra productos avícolas principalmente de Estados Unidos. “Para nosotros es muy importante la negociación de los aranceles para poder ser competitivos, claro que eso en un segundo paso, cuando se de la apertura”, señaló.

Teniendo en cuenta la amistad histórica entre Paraguay y Taiwán, la empresaria afirmó que será importante para ellos tener una mesa de negociación donde se pueda garantizar un trato comercial equitativo, ya que frente a la competencia existe una diferencia importante en costo de fletes y logística.

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“Taiwán es un importador muy importante de pollo y sobre todo en este momento, porque compran a Estados Unidos. Nosotros estamos interesados en por lo menos en tener un cupo autorizado. Y por supuesto, vamos a hacer un trabajo duro para negociar el arancel, que nos disminuyan el importe”, resaltó.

Hizo énfasis además en que para el sector avícola representará un gran avance poder proveer a este mercado sus productos, para seguir potenciando la industria local, generando más empleo y llevando alimentos al país asiático. “Queremos proveer nuestros productos para que así nuestra materia prima, el grano, maíz y las hojas, se puedan transformar en carne y eso conlleva a seguir dando empleo a nuestra gente”, destacó.

Respecto a la visita técnica, comentó que los inspectores recorrieron tanto las granjas como las plantas de procesamiento para hacer las verificaciones correspondientes, y que esperan contar con el informe técnico oficial en un periodo de 30 a 60 días. “Esperamos que la habilitación esté muy cerca”, manifestó.

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La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) estimó que la industria aceitera cerrará el año con una capacidad ociosa de más del 40 %, con el procesamiento de solo el 25 % de la producción nacional de la oleaginosa, mientras que el 75 % se estará industrializando en el extranjero.

Desde el gremio indicaron que este año el sector se está enfrentando una situación compleja, porque a pesar de una cosecha casi récord de soja con unas 10,5 millones de toneladas, todavía precisan mejorar la competitividad en relación con las plantas procesadoras ubicadas en otros países.

“Luego de la última reforma tributaria, la industria aceitera nacional quedó como la única que no tiene derecho a la devolución del IVA con la exportación de sus productos procesados”, mencionaron desde la Cappro en un comunicado.

Mencionaron que la medida no responde a criterios técnicos de tributación internacional ni recomendaciones internacionales en materia tributaria y constituye un sobrecosto crítico que resta competitividad a la industria paraguaya con relación a las plantas localizadas en el exterior. “Va de contramano a las iniciativas de incentivo a la industrialización nacional que forman parte, por demás relevante, del plan del gobierno nacional”, agregaron.

Asimismo, instaron a un tratamiento fiscal que garantice condiciones para competir y no generar sobrecostos al sector industrial del país en relación con plantas localizadas en el extranjero, además de adoptar medidas que promuevan la importación, bajo un régimen flexible, de materia prima para el procesamiento local.

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Esto, tras la presentación del análisis realizado por el Centro de Estudios Económicos de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), en el cual señalaron que la industria nacional en general tiene desafíos por superar, exponiendo puntos que son causales de la actual crisis que atraviesa la agroindustria.

En ese sentido, la Cappro apostó por incrementar el diálogo constructivo y permanente con el Gobierno para revertir la crítica situación que atraviesa el sector, y de ese modo avanzar hacia decisiones que serán claves para el desarrollo y el crecimiento de la economía del país.

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La capacidad del transporte marítimo se vio limitada en promedio en un 30 % de reducción hasta hace unas semanas a raíz de un contexto crítico en la navegabilidad de los ríos que fue aumentando con el paso de los meses, indicó el presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym), Raúl Valdez.

Actualmente, el rubro se encuentra con un 50 % o menos de capacidad de transporte, lo cual, efectivamente se traslada a los costos. “Dependiendo del tipo de flete que se realiza, si es a granel, contenerizado o si es líquido, podemos hablar de un valor promedio de por lo menos 40 % de incremento del flete”, señaló Raúl Valdez a la 1000 AM.

Incluso, dijo que en algunos casos puede aumentar más, y eso también repercute al resto de la cadena de importación y exportación. Sostuvo que la baja del río es la principal incidencia para esto, y que termina repercutiendo en la economía nacional.

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“Atendiendo a la gran importancia que representa el sector de transporte fluvial para las importaciones y exportaciones en nuestro país, que está en torno al 80 %, entendemos que esto tiene una relevancia absolutamente importante para todo el sector económico”, manifestó.

Respecto a los puntos más críticos hoy, explicó que Asunción sería el punto central y la zona norte a partir de ahí, hoy en día con un servicio totalmente interrumpido, por las condiciones críticas que se observan allí, donde hay pasos con piedras, principalmente entre Vallemí y Concepción, donde no hay navegación.

“Hay un gran volumen de mineral de hierro de Brasil que no está siendo exportado en este momento y eso repercute en la industria fluvial paraguaya porque gran parte de ese volumen está exportado por embarcaciones y tripulaciones nacionales”, dijo.

Valdez precisó que la industria fluvial paraguaya hoy está recibiendo un impacto de aproximadamente USD 200 millones en facturación de flete, que no va a ser ejecutado este año, y por ende tiene consecuencias en toda la cadena de manera transversal: mano de obra, servicios, cargas de combustibles, alimentos, productos de la industria que no se están consumiendo en este momento.

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La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) advirtió que la industria de la molienda está prácticamente paralizada y solicitó modificar la situación actual mediante políticas activas, comenzando con un tratamiento fiscal que garantice equidad entre las industrias exportadoras para no generar sobrecostos al sector industrial.

En un comunicado, el gremio señaló que existen razones profundas y estructurales que deterioraron a la industria nacional de molienda de soja, llevándola a un declive progresivo en estos últimos años.

“Es la única industria en Paraguay que no tiene derecho a la devolución del IVA al exportar productos industrializados, lo que limita en gran manera la competitividad del sector”, refirieron. La no devolución del tributo a las exportaciones de productos industriales constituye un sobrecosto crítico que le resta competitividad con relación a las plantas localizadas en el exterior.

Señalaron que la industria fue castigada fiscalmente y no se promovió ninguna medida para mejorar la competitividad en relación de las plantas localizadas en otros países. “No se alienta la importación de soja para que sea transformada en el país y no se promociona la exportación de productos industrializados”, según puntualizaron.

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En cuanto a números, la Cappro explicó además que este año se produjeron 10 millones de toneladas de soja y el 75 % de ello se terminará moliendo en plantas del exterior y menos del 25 % se industrializará en el país, con una capacidad ociosa de la industria de más del 40 % de las industrias nacionales.

Debido a la situación señalada a esta altura del año ya no existe disponibilidad de soja a nivel local para que las industrias puedan seguir agregando valor a esta materia prima.

Por eso, la tendencia de exportación sin valor agregado tendería a profundizarse en lo que resta del año. “El país dejará de ingresar más de USD 65 millones este 2024 por exportar soja en estado natural en lugar de aceite, harina y cascarilla de soja”, añadieron.

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