Rocío Gómez. Corresponsal Itapúa.

Cada fin de semana, desde enero, se registró un promedio de 35.000 visitas de jueves a domingo en la playa San José. La temporada alta se inició a lo grande y aún promete mucho con la última fecha del carnaval y los siguientes encuentros deportivos en el recién inaugurado estadio Villa Alegre.

“Una vez más, el carnaval demostró ser una fuente de ingreso muy grande para todo Itapúa y en especial para Encarnación, en bares y restaurantes que se llenan. Además, el trabajo que genera a un montón de gente que vende hamburguesas en carritos, tragos en la calle, pororo y más”, asegura Lucía Hauron, gerente del restaurante Palove, frente a la playa San José.

Las masivas visitas a Encarnación se traducen en 95% de ocupación en hoteles y posadas, 100% de reservas de mesas en locales gastronómicos y muy buenas ventas tanto para los vendedores ambulantes como para los locales comerciales, principalmente del centro de la ciudad, conocida como la zona alta.

“Los turistas vienen y obviamente tienen que gastar. Se ha sentido un fuerte incremento en la economía. Es importante que la gente sepa que estos eventos nos hacen trabajar, y a los encarnacenos nos hace muy bien”, celebra el comerciante Albor Rojas, quien integra la Cámara de Comercio Encarnacena.

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Las tres noches de carnavales encarnacenos 2023 trajeron hasta la fecha a 25.000 personas a la capital de Itapúa. La primera noche sobrepasó la expectativa con más de 7.000 personas que visitaron el sambódromo.

La segunda fue la mejor por lejos, hasta el momento, completando casi la capacidad total del sambódromo con 10.000 almas que vibraron al ritmo de las batucadas. Y este tercer fin de semana, contra todo pronóstico y un clima bastante fresco, llegaron 8.000 participantes.

Para la realización de los corsos se contrata aproximadamente un total de 600 personas, entre la organización por parte del Club de Clubes, cantinas, parte técnica y logística. Son trabajos que se crean solo con base en un evento único, que pese a las muchas trabas que se presentaron, tuvo lugar con todo el brillo y despliegue correspondiente.

Los cuatro clubes que hacen el show son los mayores inversionistas. A través de los clubes Atlético San Juan, Nacional, Pettirossi y Radio Parque se vieron beneficiados locales de spa, gimnasios, academias de danza, estilistas, diseñadores, peluquerías, manicuras, por solo mencionar algunos rubros. Al mismo tiempo, se contrataron gran cantidad de personas para empujar carros, armar carrozas, músicos que toquen en vivo, bailarines, profesores coreógrafos, sonidistas, electricistas y artesanos.

No olvidemos que aún queda la última noche del carnaval, y para esa ocasión se prevén varias sorpresas. Entre ellas, la venta de entradas 3x1; es decir, que desde 10.000 guaraníes las personas ya podrán ingresar a disfrutar del show carnavalesco en todo su esplendor.

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A todo esto se suma la inauguración del estadio Villa Alegre, que trajo la visita de los clubes más grandes del país, primero Cerro Porteño y luego Olimpia. Cada noche se vivió a estadio lleno, con 14.000 visitantes, muchos de ellos llegados desde distintos puntos del departamento de Itapúa y del territorio nacional.

Al ser turistas, sí o sí precisan de servicios básicos como aperitivos, agua, cerveza y hasta hospedaje. También muchos optan por comprar banderas, gorritos y remeras de sus clubes en la zona del estadio, dejando así su aporte a los vendedores ambulantes que muchas veces viven de lo que recaudan en el día a día.

En sí, el movimiento es como una ola del río Paraná, al comienzo pareciera pequeña, solo un evento, pero cada evento tiene inmensas repercusiones que benefician hasta a los vendedores de lentes de sol y panchos. Encarnación respira, finalmente tras la pandemia, su mejor temporada alta.