Las industrias del complejo avícola también se encuentran ante un escenario de riesgo por el avance de la influenza aviar (IA) en la región, que ya penetró a las aves de granja de la Argentina, situación que vuelve más complicado el contexto, por lo que están extremando las medidas de bioseguridad, que de por sí ya emplean.
Si bien las industrias exportadoras no precisamente tratan de forma directa a las aves de corral, lo que se está realizando junto con el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) es intensificar los cuidados y controles junto con las granjas, que en varios casos son las que proveen a las empresas. Es lo que manifestó en entrevista con el diario La Nación-Nación Media el director de Pollpar SA y referente de la industria avícola que se aglutina en la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avipar), Gerónimo Vargas.
“Afortunadamente todavía la enfermedad se está registrando en zonas alejadas más hacia el norte de los países vecinos que dieron positivo, pero sí es una preocupación y estamos conscientes del riesgo que representa para el país y, por sobre todo, a la industria, porque de expandirse se produciría un perjuicio económico muy grande”, expresó.
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Es así que el escenario actual es uno de riesgo compartido, pues las industrias necesitan de los pollos que son criados en las granjas con los productores de traspatio o granjeros integrados a la cadena avícola, por lo que se deben reforzar las medidas de control desde la primera línea de producción, explicó.
Medidas aplicadas
En cuanto a qué tipo de medidas son las que aplican, Vargas mencionó que, de hecho, las industrias operan bajo estrictos mecanismos de bioseguridad, pero en el caso actual lo que hacen con las granjas es sobreponer mallas antipájaros en los galpones, establecer perímetros de seguridad, mayor control de ingreso de personas ajenas a las granjas, tratamiento de las aguas para evitar que puedan contaminarse con posibles ingresos de aves de afuera, entre otros.
Con relación a las pérdidas económicas que representarían la infección y mortandad de pollos infectados, no se puede precisar, dijo Vargas, pero indefectiblemente sería un perjuicio al estar en riesgo también miles de puestos de trabajo, pues si se detectan positivos en el país se clausurarán las exportaciones, además del golpe al ingreso de divisas del sector.
En este sentido, el referente sostuvo a la vez que el complejo está atravesando por un buen momento en el comercio exterior, pues solo por citar en el primer mes del año, se exportaron 919,4 toneladas por un valor de US$ 830.882, lo cual representó 500,3 toneladas más que en el lapso anterior.
Ante la consulta sobre si el contexto incidiría en la intención del complejo aviar de ingresar también al mercado taiwanés, Vargas remarcó que no podría hablarse aún de perjuicio alguno, pues la enfermedad no está presente aún en el país.
Sí aprovechó el contacto para elevar la voz del sector hacia las autoridades, de que ejerzan medidas más fuertes en el combate al contrabando, vía por la cual también se corre el riesgo de que se contamine la industria nacional de pollos.
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