El avance dispar de la cosecha de soja en el país empieza a preocupar al sector agrícola debido a que podría tener efectos sobre otros rubros del cultivo. Sonia Tomassone, de la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), mencionó que existe un retardo que incidiría negativamente en la plantación de maíz.

En comunicación con La Nación-Nación Media, la asesora de Comercio Exterior del gremio exportador de granos, indicó que existe cierta preocupación en el rubro por el lento avance en la cosecha de soja atendiendo a que durante este mes se tendría que haber finalizado ya esa fase.

Tomassone explicó que, actualmente, el maíz muy poco todavía se está sembrando ante el trabajo que representa la cosecha de soja por lo que no se puede tener aún los números de cuánto se estaría plantando el maíz. “Preocupa un poco que ya estamos a mediados de febrero y todavía no se está plantando”, señaló la experta.

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Señalan que existe una lenta cosecha de soja en todo el país por las condiciones agroclimatológicas dispares. Foto: Archivo.

Sobre ese punto, Tomassone mencionó que se debe esperar a la decisión de los productores debido a que podrían darse dos posibilidades: aportar por la siembra del trigo y apuntar a la soja zafriña o maíz zafriña. Aclaró que generalmente la siembra de maíz se realiza después de la cosecha de la soja que, en un periodo normal termina en febrero con la gran cosecha.

La situación actual evidencia el retraso que se viene dando en estos trabajos del campo que fueron ocasionadas por las condiciones agroclimatológicas. La representante del gremio recalcó que poco a poco está saliendo fuera de fecha el inicio de la plantación por lo que se debe esperar de mes a mes y media para conocer la situación real de este rubro.

En ese sentido, indicó que una menor producción de maíz durante este año podría afectar nuevamente las exportaciones atendiendo a que si bien exista una merma, el consumo interno se abastecería pero, como ya mencionó, afectarían los envíos. Por otro lado, añadió que el ingreso de la gripe aviar podría representar una nueva variable que genere volatilidad en los precios por lo que asegura que se debe analizar el comportamiento de la enfermedad.

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