Desde el Banco Mundial informaron acerca de la situación por la que atraviesan las principales economías y aquellas que son emergentes. El director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial, Ayhan Kose, explicó que por la crítica desaceleración económica en estos mercados, con una “pequeña conmoción” el mundo podría caer en una recesión.

Durante una entrevista para el espacio los expertos responden, del propio BM, Kose manifestó que el crecimiento mundial disminuye marcadamente debido a la alta inflación y los problemas financieros de la mayoría de los países, así también por el aumento de las tensiones geopolíticas, entre otros factores.

Sobre eso, mencionó que en junio del 2022 emitieron un informe de perspectivas de crecimiento para este año en el que preveían un crecimiento del 1,7%, siendo un número bajo que hoy ya es una realidad. “La desaceleración es muy rápida y de amplia base. Rebajamos nuestro pronóstico para el 2023 para alrededor del 75% de países del mundo”, indicó.

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Detalló que en el caso de los mercados emergentes y economías en desarrollo el pronóstico tuvo una rebaja para el 70% de ellos. En cuanto a las economías avanzadas, el porcentaje de crecimiento disminuyó un 2,5% para casi el 75% de ellas. “Es una de las desaceleraciones más profundas que hemos visto en las últimas cinco décadas; es la tasa de crecimiento más baja desde principios de la década de 1990 sin contar recesiones mundiales”, resaltó.

Como potencias mundiales, mencionó que cuando las desaceleraciones económicas tienen lugar en economías avanzadas, es presagio de recesiones mundiales, como es el caso de Estados Unidos. Según proyectó el BM, el país norteamericano crecerá sólo un 0,5% este año, lo que consideran una cifra muy “débil” para su economía. Mientras tanto en Europa se habla de un crecimiento “plano” es decir, 0%. “Si pasan o no por una recesión, estos países sentirán igual efectos como los de una recesión”, subrayó.

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En cuanto a China, dijo que es crucial lo que suceda allí teniendo en cuenta que hay un nuevo brote del COVID y que esto tendría efectos negativos a corto plazo trasladándose al resto del mundo, por lo que si se excluye a China al crecimiento de los mercados en desarrollo, su economía tendrá una desaceleración del 2,7% en comparación al 3,5% del 2022.