En el marco del histórico primer envío de carne porcina paraguaya a Taiwán, desde la Asociación de Criaderos de Cerdos del Paraguay (ACCP) recordaron cómo fue el proceso para llegar a alcanzar este objetivo. César Ross, directivo de la ACCP, contó en conversación con Unicanal, que detrás de esta exportación hay un arduo trabajo que se llevó a cabo con varias entidades públicas como la Cancillería, el Ministerio de Agricultura, Servicio Nacional de Salud Animal (Senacsa), Ministerio de Industria y Comercio (MIC), entre otros.
En ese contexto, dijo que una de las ventajas que tenía nuestro país, para lograr su cometido, es que Taiwán ya era un gran aliado de Paraguay por su constante apoyo en educación, tecnología y ayudas sociales. “Les pedimos que a parte de las ayudas sociales, que también nos abran su mercado para que podamos venderles productos genuinos de Paraguay”, manifestó Ross.
Continuó explicando que el gremio era consciente de que la única manera de hacer crecer la producción y sostenibilizarla era a través de la exportación, que les iba permitir colocar en el exterior la cantidad de carne de cerdo que exceda la demanda del mercado, porque indicó que el mercado paraguayo “es muy chico de por sí”.
Al respecto, mencionó que de a poco se está logrando vencer algunos prejuicios que giran en torno a la carne porcina. “No comas cerveza con cerdo o gaseosa”, todo eso se dice porque en la antigüedad el objetivo y fundamento de la producción porcina era la obtención de grasa, que se media en latas de grasas que te dejaba la faena de cerdo, hoy eso ha cambiado radicalmente”, rememoró.
En ese marco aseguró que la carne de cerdo paraguaya “no tiene por qué envidiarle a la mejor calidad genética de cualquier parte del mundo”, ya que precisó que el cerdo local es precoz, de bajo tenor graso y con mucho rendimiento y volumen de carne que deriva a una que la producción sea competitiva.
Por otra parte, también volvió a reiterar que esta primera exportación es pie para lograr ingresar a otros mercados asiáticos que tienen altos parámetros sanitarios. “Los mercados asiáticos, Vietnam, Japón, Corea, son de altas exigencias en cuanto al control sanitario. Por eso parte del primer peldaño de escalada al éxito fue entrar a Taiwán”, aseveró.