El economista y excanciller nacional Rubén Ramírez Lezcano opinó acerca de la intención de Argentina y Brasil de establecer una moneda común; es decir, una integración monetaria a través de un fondo, y alegó que la idea es muy compleja y desafiante.
“Entiendo que los primeros pasos que se están dando apuntan hacia un mecanismo de intercambio comercial compensado en monedas locales, pero es muy complejo establecer una moneda común porque requiere de una coordinación de políticas macroeconómicas, y me refiero a la inflación que en ambos países es absolutamente divergente”, expresó a la 780 AM.
El especialista considera que se trata de un gran desafío alcanzar ese anhelado propósito que persiguen ambas naciones, del que ya se venía especulando desde el 2019, teniendo en cuenta que se trata de dos potencias económicas regionales y esto marcaría la pauta de uno de los intercambios más importantes, señaló Ramírez Lezcano.
Si bien asintió que se trata de un mecanismo válido, en caso de establecerse debe tener ajustes muy estrictos para poder hacerlo y compensar el intercambio en las respectivas monedas, pues la emisión de toda moneda está vinculada con el respaldo orgánico que se tenga, ya sea en moneda fuerte como el dólar, euro, yuan, yen u oro, o incluso títulos internacionales que puedan respaldar el valor de dicho circulante, explicó.
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Posibles percances
En cuanto a los factores contraproducentes que se pueden dar, citó que puede suscitarse problemas cuando los niveles macromonetaria de los países son diferentes como la inflación o cuando las políticas sectoriales son diferentes.
“No olvidemos que la Unión Europea cuando lanzó el euro trazó objetivos de políticas económicas muy desafiantes como los niveles de inflación de cada una de las economías y el respaldo del banco europeo”, dijo, al tiempo de recordar que la capitalización inicial del euro tuvo un proceso en el que la inversión fue muy importante.
Es así que se trata de un desafío no menor, un proceso a largo plazo de perseguir una moneda común que todavía llevará mucho trabajo, sobre todo mucha responsabilidad fiscal, puesto que la estructura de respaldo implica de que cada país constituya aportes a un fondo común, donde esa emisión de títulos, que puede llamarse “moneda Mercosur”, goce de un respaldo como moneda fuerte.
Por lo tanto, aseveró que se trata de un tema bastante complejo, en el que los bancos centrales tienen que ponerse de acuerdo sobre los porcentajes de contribución a esos fondos, para la emisión de esos títulos o moneda o como se los quiera denominar. Es decir, implicará un trabajo técnico muy importante.