La situación de las exportaciones de bananas y piñas al mercado argentino sigue preocupando a los productores del rubro, quienes vienen registrando la restricción de los pagos por parte del vecino país aproximadamente desde mayo del año pasado. Teniendo en cuenta esto, se reunieron con autoridades de la Cancillería, ocasión en la que conversaron sobre la coyuntura y solicitaron un mayor reclamo al respecto.
Según explicó el ingeniero Óscar Peña, vicepresidente de la Cámara Paraguaya de la Banana y la Piña (Capabap), pidieron a las autoridades que se actúe de una forma más determinante. “El reclamo nuestro fue que la Cancillería ponga un poco más de fuerza, en el sentido de reclamar enérgicamente esta reciprocidad de comercio. Lo mismo nos están haciendo con el tema del cobro del peaje en la hidrovía”, explicó a La Nación/Nación Media.
Agregó que la posición paraguaya es “muy pálida y débil” ante estas situaciones. “No hay una posición nuestra fuerte para defender los intereses de nuestra parte”, sostuvo. Las pérdidas en el rubro llegan al 60%, puesto que los pequeños, medianos y grandes productores cuentan con frutas que no se pueden vender. Además, indicó que tienen muy pocas expectativas en cuanto al destrabe de las medidas, pese a que la representación nacional respondió que se volverán a hacer los reclamos.
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Peña dijo que por ello piden que el comercio se pueda realizar tranquilamente, tal como establecen los acuerdos del Mercado Común del Sur (Mercosur). “En cambio, nosotros recibimos cerca del 70% de productos argentinos como durazno, manzanas, uvas, ciruela, productos de limpieza, aceites, tomates, pimientos, y para que ingrese ese producto se paga. No les decimos que les vamos a pagar en un plazo”, remarcó.
Actualmente se cuenta con un plazo de 30 días para el pago de las cargas de banana, mientras que la piña tiene el tiempo de 180 días, lo cual les resulta imposible soportar. “A medida que nosotros exportamos, por ejemplo, un pequeño exportador que envía 5 camiones por semana en un mes eso le representa US$ 200.000 que no tenemos para poder soportar”, acotó.