El Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) informó que el 2022 cerró con un crecimiento en las exportaciones del complejo cárnico, en torno al 2% en volumen y 6,3% en valores. Randy Ross, presidente de la Cámara Paraguaya de la Carne (CPC), indicó que este aumento se dio arriesgando el hato ganadero que sigue disminuyendo.
El servicio sanitario del país informó sobre las exportaciones en el cierre del 2022 que pese a todo pronóstico pudo crecer nuevamente como lo viene haciendo en toda la semana. De enero a diciembre del año anterior se logró enviar al menos 389.438 toneladas en todo el complejo cárnico por US$ 1.829 millones, con un crecimiento del 2% y el 6,3%, respectivamente.
El informe señala que se enviaron 333.700 toneladas de carne bovina por un valor de US$ 1.722 millones, lo que representa un aumento de 7.000 toneladas respecto a los 326.698 toneladas del año anterior. En cuanto al valor, indican que hubo un aumento de US$ 129 millones, con US$ 1.722 millones de este año frente a los US$ 1.598 millones.
En ese sentido, el presidente de la Cámara Paraguaya de la Carne (CPC), Randy Ross, mencionó que si bien hubo un aumento del 2% fue sacrificando el hato ganadero que ya está bastante afectado por la fuerte sequía. Explicó que, según el último reporte del 2022, el hato ganadero bajó unos 400.000 cabezas y añadió que costaría volver a recuperar el nivel anterior.
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Desplome de precios
Respecto al volumen de menudencias exportadas, se observó una disminución de 2.342 toneladas, debido a que sólo se alcanzaron 55.737 toneladas frente a los 58.079 del año 2021. En tanto, la disminución en volumen fue superior atendiendo a que en el año 2022 hubo un valor de US$ 106.981 millones frente a los US$ 120.831 millones, una reducción de US$ 13.850 millones aproximadamente.
Sobre este punto, el titular del gremio cárnico explicó que esta situación se dio debido al desplome de los precios de las menudencias y los subproductos durante este año, lo que ocasionó que las plantas dejaran de enviar este producto. “Llegamos hasta el punto de que varios productos fueron tirados a las graserías, ya ni siquiera se están produciendo para exportar, eso fue lo que afectó bastante el año pasado”, agregó.
Ross mencionó que están a la espera de la mejora en la situación del sector ante la posible apertura de los nuevos mercados, fijando sus miradas en Estados Unidos, el destino más próximo a la apertura. En tanto, mencionó que están seguirán trabajando para mantener esos niveles de envíos o incluso mejorarlos durante todo el año.
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