El objetivo del proyecto es mejorar las condiciones de recarga del acuífero Patiño en la zona en común con la cuenca del lago Ypacaraí. Foto: Gentileza.
Presentaron resultados del proyecto + Verde + Agua en Areguá
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Siguiendo su compromiso con la conservación y cuidado del agua, la compañía Coca-Cola en Paraguay acompañó desde el inicio los trabajos que tienen por objetivo dar soluciones de impacto alineadas a su estrategia global de cuidado del recurso vital.
El proyecto + Verde + Agua, ejecutado por la Fundación Moisés Bertoni (FMB) y la Comisión Nacional de Gestión y Manejo del Lago Ypacaraí y su cuenca (Conalaypa), presentó los resultados el pasado jueves 15 de diciembre. El acto se realizó en la estación central del ferrocarril de Areguá.
Para Coca-Cola, esta iniciativa es clave para la disponibilidad y calidad del agua, que busca aumentar la cantidad y calidad de recarga del acuífero Patiño mediante un modelo de gestión integrada de recursos hídricos que impacte a la vez en la cuenca del lago Ypacaraí con acciones integradas y sostenibles.
Su objetivo es mejorar las condiciones de recarga del acuífero Patiño en la zona en común con la cuenca del lago Ypacaraí durante el año 2022. En este periodo, se logró la recuperación de masas boscosas en 76 hectáreas, en combinación con sistemas de manejo sostenible de suelo y agua como curvas de nivel, zanjas y pozos de infiltración en zonas altas de recarga, además de la implementación de buenas prácticas agrícolas.
En este marco, en su componente 1 de parcelas experimentales de recarga, el proyecto intervino en cuatro propiedades que beneficiaron a 712 personas e indirectamente a 70.000 habitantes. En el componente 2 de articulación entre el gobierno y la sociedad civil, fortaleció a 64 personas y en el componente 3 de cambio de comportamiento alcanzó con intervenciones de sensibilización a 4.800 personas, abordando el comportamiento de “segregación de residuos sólidos en el hogar” mediante el arte social.
Finalmente, en el componente 4, que trata sobre el modelo de gestión sostenible de las parcelas de recarga, 14 actores comunitarios participaron del proceso de ideación de un modelo sostenible de residuos sólidos, mientras que 5 comisiones vecinales y 1.000 hogares son parte de la implementación del modelo piloto Areguá Cero Residuos. Luego de la presentación de los datos oficiales, los responsables del proyecto y aliados realizaron un recorrido en las áreas de intervención que fueron trabajadas en el marco del mismo.
El proyecto es financiado por Coca-Cola Foundation. Foto: Gentileza.
Acerca de + Verde + Agua
El proyecto de mejora en las áreas de recarga del acuífero Patiño y recomposición de microcuencas del lago Ypacaraí es impulsado por la FMB y la Conalaypa con el objetivo de “mejorar la calidad y cantidad de recarga de la fuente de agua a través de un modelo de gestión integrada de cuenca que afecte a su vez a la cuenca del lago Ypacaraí”. Se realiza con financiamiento de la Fundación Coca-Cola y la plataforma Aliados por el Agua.
Cuenta además con la coordinación del GETF (Global Environment & Technology Foundation). En Paraguay, la iniciativa se implementa inicialmente en las ciudades de Areguá, Capiatá e Itá.
Además, forma parte de las iniciativas para reponer a los ecosistemas el 100% del agua que la compañía utiliza para elaborar sus productos, marcando la continuidad de la gestión sustentable del agua en las operaciones de Coca-Cola en Paraguay que se inició en el 2017 en la Biósfera de la Reserva Mbaracayú y favoreció la productividad de los suelos y la infiltración de agua de lluvia a fuentes subterráneas, beneficiando a más de 300 familias en la zona de influencia.
De esta manera, celebra dar continuidad a las acciones colaborativas que fortalezcan las estrategias del cuidado y conservación de este recurso, mejorando la conservación de las fuentes de aguas subterráneas, asegurando su calidad y disponibilidad en las comunidades donde opera.
Representantes de Unilever Paraguay y la fundación Moisés Bertoni firmaron un convenio que permitirá a ambas organizaciones seguir impulsando y escalar aún más el programa “Mi Barrio sin Residuos”. Foto: Gentileza
Unilever firma convenio con Fundación Moisés Bertoni
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El acuerdo de cooperación busca la ejecución conjunta de actividades para impulsar el incremento de las tasas de reciclaje a través del desarrollo de la cadena de suministro de las industrias recicladoras.
En un evento realizado en el Hotel La Misión, que contó con la presencia de autoridades, empresas y máximos representantes de Unilever Paraguay y la fundación Moisés Bertoni, esta mañana se firmó el convenio que permitirá a ambas organizaciones seguir impulsando y escalar aún más el programa “Mi Barrio sin Residuos”.
Este proyecto busca la colaboración de una multiplicidad de actores para impulsar un Modelo de Gestión de Residuos que permita a la Ciudadanía acceder a alternativas más eficientes de disposición de residuos sólidos urbanos en sus hogares, empresas y comunidad facilitando el acceso a canales de gestión reconocidas por la Fundación Moisés Bertoni para incrementar las tasas de recuperación de materiales.
El convenio incluye, además, un Plan de Acción de Concientización Ciudadana e Incidencia en Políticas Públicas para mejorar la Gestión de Residuos Sólidos Urbanos a Nivel País.
Este proyecto se alinea a la Estrategia de Sustentabilidad de Unilever, puntualmente al pilar de Plásticos que tiene como ambición poner fin a la contaminación por plásticos mediante la reducción y circularidad, así como la recolección y el procesamiento de más envases plásticos de los que vende.
En palabras de Raúl Arce, gerente general de Unilever, “la Estrategia de Sustentabilidad de Unilever es la forma que tenemos de hacer negocios, poniendo la sustentabilidad en el centro de todo lo que hacemos, abarcando toda nuestra cadena de valor, desde el diseño de nuestros productos, la distribución a los puntos de venta y hasta su llegada a los hogares de nuestros consumidores”.
Por su parte, Yan Speranza mencionó que “es fundamental la incorporación de Unilever porque se suma una empresa que tiene alta capacidad de impacto a la cadena de valor, para incrementar sustantivamente la tasa de recuperación de reciclaje, que beneficia a toda la cadena”.
En las categorías gaseosa y agua mineral, la firma lideró el podio reafirmando su compromiso de hacer una diferencia en la vida de los paraguayos, sus comunidades y el planeta.
Coca-Cola Paresa celebró un hito significativo al ser reconocida como la marca más preferida, utilizada y recordada por los paraguayos. Alejandra Gómez, subgerente de Marketing de la compañía, expresó que este logro es un testimonio del compromiso constante de la marca con la excelencia y la conexión emocional que ha cultivado con cada consumidor.
Alejandra Gómez, subgerente de Marketing de Coca-Cola Paresa. Foto: Gentileza.
“Este reconocimiento refuerza nuestra misión de llevar felicidad a cada rincón del país”, destacó Alejandra subrayando que el icónico sabor de Coca-Cola ha sido parte fundamental de innumerables momentos de celebración en familia y con amigos.
La alegría de esta distinción también se extiende a Dasani, que se posiciona como la elección preferida en la categoría de agua mineral gracias a su calidad y su enfoque en la sostenibilidad. Con su innovador envase 100% reciclado, Dasani no solo satisface la sed, sino que también invita a los consumidores a participar en la economía circular, promoviendo un compromiso compartido con el reciclaje y la protección del medio ambiente.
En su rol de líderes del mercado, Coca-Cola Paresa asume la responsabilidad de seguir innovando, tanto en productos como en el acceso a sus marcas. La plataforma “Mi Portal” permite que cada paraguayo acceda a sus productos favoritos de manera rápida y personalizada, reflejando el espíritu de mejora continua de la empresa.
Este logro no sería posible sin el esfuerzo continuo de su equipo y el apoyo incondicional de los consumidores. “A ellos dedicamos este reconocimiento, celebrando la confianza que depositan en nosotros a diario”, concluyó. Con cada botella y cada sonrisa, Coca-Cola Paresa reafirma su compromiso de hacer una diferencia en la vida de los paraguayos, sus comunidades y el planeta. “¡Gracias, Paraguay, por permitirnos ser parte de sus momentos especiales!”, puntualizó.
Como compañía integral de bebidas, Coca-Cola Paresa tiene la visión de contar con un portafolio de marcas y opciones que acompañen en todo momento bajo el propósito de refrescar al mundo. Foto: Eduardo Velázquez
Coca-Cola y Dasani, comprometidas con brindar momentos de felicidad
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Para la icónica Coca - Cola, ser la más preferida, utilizada y recordada por los paraguayos según el Ranking de Marcas 2024 de la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP) es un testimonio del compromiso con la excelencia y la conexión que generan con los consumidores.
“Este es un reconocimiento que nos hace reafirmar la misión que tenemos de brindar momentos de felicidad. Para nosotros es un desafío importante seguir sorprendiendo a nuestros consumidores no sólo con el sabor que tanto aman, sino con experiencias memorables”, expresó Alejandra Gómez, subgerente de marketing de Coca - Cola Paresa.
Estas experiencias van desde la gratificación de refrescar con un empaque personal, o de compartir una mesa familiar o de amigos, asociaciones épicas con superhéroes o sabores sorprendentes de edición limitada, hasta disfrutar de las activaciones que realizan en eventos de música, comidas o deportes.
Por su parte, Dasani, al obtener el máximo galardón en la categoría de agua mineral, demuestra que los consumidores además de satisfacer las necesidades de consumo e hidratación, reconocen la diferenciación a través de innovaciones sustentables.
“Celebramos estos reconocimientos gracias a los que nos eligen todos los días, que no solo reflejan preferencia y lealtad, sino también la confianza que los consumidores depositan en Coca-Cola Paresa. Esto nos motiva a seguir innovando para mantenernos como referentes en nuestras categorías”, sumó.
Como compañía integral de bebidas, Coca-Cola Paresa tiene la visión de contar con un portafolio de marcas y opciones que acompañen en todo momento a las personas, bajo el propósito de refrescar al mundo y marcar una diferencia positiva.
La marca refresca con sus sabores, ideas, forma de comunicar y activar, innovando en todas sus acciones para contribuir con las comunidades de su entorno. Además de hacer el negocio más sustentable para un mejor futuro compartido, que marque la vida de las personas, las comunidades y el planeta.
En similar contexto, Dasani es una de las marcas más innovadoras en cuanto al diseño y reducción de plástico en sus envases, que invita a los consumidores a crear nuevos hábitos y tomar conciencia del valor de los residuos.
Es así que Dasani introdujo hace unos años la primera botella hecha 100 % de otras botellas, invitando a los consumidores a sumarse a esta cadena de reciclaje en el que todos tenemos roles claves. “Estamos convencidos de que juntos podemos hacer una diferencia positiva reciclando, reusando y transformando las botellas PET en otras nuevas, potenciando de esta forma la economía circular”, remarcó Gómez.
Como compañía líder del mercado, la empresa tiene la responsabilidad de seguir liderando cambios positivos en el segmento, acompañando a clientes, generando nuevas oportunidades de negocios y potenciando acciones colaborativas que impulsen a la economía de Paraguay.
Asimismo, al ser líderes en innovación, diseño y marketing, siguen enfocándose en el camino de la transformación digital, con importantes innovaciones para asegurar la disponibilidad de las bebidas para los que aman cada marca de la compañía.
La visión de la compañía es crear marcas y opciones de bebidas que la gente elija y ame, por lo que el portafolio de diversas marcas está pensado para cada ocasión, y cada una de ellas está adaptada a las necesidades de los consumidores. “Creemos que eso hace que año tras año sigamos acompañando a los consumidores en el día a día y por ende, sumando reconocimientos”, acotó.
¿Es el lago Ypacaraí el remanente del antiguo mar chaqueño?
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En esta entrega de Mito o Realidad, acompañamos al geólogo Moisés Gadea en un recorrido por el lago Ypacaraí y su entorno en búsqueda de indicios que aporten evidencia en torno a la hipótesis de que el emblemático espejo de agua podría ser el resto de un antiguo mar que retrocedió tras la formación de la cordillera de los Andes.
El punto de encuentro fue la comunidad de Tarumandy, en Luque, donde al momento de nuestra llegada el profesor Gadea se encontraba tomando muestras junto con un grupo de estudiantes en un pozo surgente que fue perforado al costado de una canchita de vóley. El profesor me invita a catar el agua que mana de un caño ubicado en posición vertical y que forma un pequeño charco a su alrededor.
El líquido presenta un fuerte sabor a sal. Según nos relató una pobladora que se acercó a conversar con nosotros, en la comunidad fueron perforados varios pozos, pero ninguno de ellos sirve debido a la alta salinidad de las aguas subterráneas de esa zona, por lo que continuamente tienen problemas en la provisión del vital líquido.
Gadea, quien es catedrático de Petrología Ígnea y Sedimentaria en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen) e investigador categorizado del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) PRONII 1, sostiene que la presencia de agua salada es una manifestación muy común en el valle del Ypacaraí, que además presenta un típico paisaje chaqueño.
“Esto nos indica que eventualmente pudo haber ocurrido una ingresión en forma estuarina en el valle, es decir un brazo marino que ingresa hacia el continente. Se ha comprobado que las aguas subterráneas en el valle son salobres o salinas, por lo cual el abastecimiento de agua para las diversas localidades en las planicies del valle se obtiene de pozos perforados en las cotas de mayor elevación o en las serranías”, manifestó.
El entorno del río Salado presenta una vegetación típicamente chaqueña
FRACTURA
A renglón seguido, sobre un blog de notas empezó a graficar su hipótesis: “El valle del Ypacaraí está limitado por un conjunto de fracturas, por fallas geológicas generadas en el Jurásico – Cretácico. El emisario principal del lago Ypacaraí es el río Salado. En esta zona se hablaba de las antiguas salinas. ¿Y de dónde provino todo eso? Y tuvo que haber habido un mar. Esto tiene una continuidad hasta el valle del Caañabé, según planteó Félix de Azara. Este, a su vez, estaba conectado con los humedales del Ypoá. Y en esa parte también se han reportado entornos salinos. Mi hipótesis es que hubo una inundación de ese mar Chaqueño y por eso tenemos esa salinización en toda la parte más baja topográficamente. ¿Pero por qué no existen depósitos fosilíferos de animales vertebrados marinos? Porque la inundación del mar Chaqueño no tuvo la duración necesaria para que se generen espesos estratos marinos con fósiles. Fue una entrada, sazonó todo y luego retrocedió nuevamente”.
Con relación a qué proceso geológico habría generado esta inundación, refirió que guardaría relación con la elevación de la cordillera de los Andes.
“América del Sur y África estaban unidas. Hace 130 millones de años empezó la separación. La deriva continental de América del Sur fue hacia el oeste hasta tal punto que se encontró con la placa de Nazca y ahí se inició la elevación de la cordillera de los Andes. En la medida que se producía esa compresión lateral continental se fue formando la cubeta por la cual ingresó el mar a Sudamérica. El ingreso del agua marina en dicho recipiente fue en el tiempo de máximo apogeo de la compresión lateral continental, en el cual la cordillera de los Andes alcanzó su mayor altura, y el mar interior inundó los lugares topográficamente mínimos. Con el inicio de la subducción de la placa de Nazca por debajo de la sudamericana (ingreso de una placa debajo de otra), se produjo una distensión continental y como consecuencia el mar Chaqueño retrocedió. Al retroceder quedó atrapado un remanente marino en la superficie más deprimida del valle”, graficó.
Posteriormente, seguimos por la ruta Luque-San Bernardino hasta el puente ubicado sobre el río Salado, una toponimia ya de por sí sugerente, donde se aprecia un típico paisaje chaqueño dominado por especies de karanday. Tras tomar las fotografías de rigor, nos dirigimos a la playa municipal de San Bernardino.
Mientras tomábamos asiento bajo la sombra de un añoso árbol tras bordear el muelle, Gadea siguió relatando que el primer elemento que lo motivó a indagar esta línea de investigación fue la semejanza que presenta el valle del Ypacaraí con los terrenos chaqueños, así como la salinidad de las aguas subterráneas y superficiales en el entorno del lago.
“Estos elementos dan un indicio de que el mar Chaqueño pudo haber ingresado por aquí. En el marco de una investigación tomé muestras en la zona y pude corroborar la salinidad del agua en las partes que presentan un paisaje de tipo chaqueño, con alta presencia de especies de karanday, y que en el Chaco hubo una ingresión marina en el Cenozoico superior. Entonces, planteo la posibilidad de que esas aguas invadieron todas estas comarcas que se encuentran dentro del valle del Ypacaraí”, indicó al tiempo de aclarar que hasta el momento se trata solo de una hipótesis que requiere mayores investigaciones para ser elevada al grado de teoría.
En el valle del Ypacaraí hay alta presencia de aguas subterráneas salinas
AGUAS MARINAS LAVADAS
Sin embargo, según su mismo estudio, las aguas del lago Ypacaraí presentan baja salinidad.
“Las aguas marinas contienen alrededor de 35.000 ppm (partes por millón) de sales disueltas, pero el lago Ypacaraí presenta un bajo tenor de salinidad, conteniendo solo 124 ppm. Las aguas del lago Ypacaraí podrían básicamente entenderse como aguas marinas lavadas, y que el registro de concentración de sodio y cloro son iones fósiles del antiguo mar Chaqueño”, dice parte del estudio.
Inquirido respecto a su propia afirmación, Gadea aseveró que el lago es solo un remanente que era completamente salino, pero cuya composición se fue modificando progresivamente por “meromixis ectogénica”, un proceso mediante el cual la concentración de sales disueltas en el agua se modifica. Es decir, el agua salada se convierte en dulce y a la inversa.
“Este es un fenómeno muy común mediante el cual ciertos cuerpos de agua o masas hídricas originalmente se modifican de salados a dulces o viceversa. Entonces proponemos que cuando inundó el mar Chaqueño el agua era muy salina, pero después con el desarrollo del continente a lo largo de millones de años la sal fue diluyéndose por las aguas meteóricas (neblina, lluvia, helada, nieve, granizo) y las escorrentías superficiales, pero quedaron iones fósiles del mar Chaqueño”, argumentó.
El geólogo Moisés Gadea, catedrático de Petrología Ígnea y Sedimentaria en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen)
MORFOLOGÍA
Con relación a los indicios que podría arrojar la forma geométrica del espejo de agua, el catedrático explicó que, en efecto, el origen de los lagos puede ser deducido a partir de su morfología. “Si tenemos una forma circular, esto nos puede señalar un origen volcánico o un impacto de meteorito. Sin embargo, el lago Ypacaraí tiene una característica de lago embalsado. Esto nos señala que fue represado y debido a eso tiene esa morfología triangular. En tanto que un lago fluvial tiene formas dendríticas (en forma de raíces) y un lago de origen tectónico (movimientos o rupturas de la corteza terrestre) sería más rectangular”, ilustró.
“Cuando se produjo el tectonismo en el valle del Ypacaraí en el Jurásico tardío (163 a 152 millones de años)-Cretácico inferior (145 hasta 100 millones de años) el valle estaba completamente relleno y luego fue erosionado para formar el recipiente donde a posteriori el agua quedó capturada. No ocurrió durante los fracturamientos del rift de Asunción (trastorno tectónico estructural que se debe a la separación de África de América del Sur). La edad del lago está calculada en el Mioceno superior, es decir de 7 a 3 millones de años. O sea, se trata de una formación joven. Los lagos son aspectos efímeros del paisaje geológico. Los lagos no son viejos”, precisó.
Para finalizar, Gadea subrayó que se necesitan más investigaciones de otros expertos para avanzar hacia una mayor comprensión sobre el origen de un recurso emblemático de nuestro país con gran simbolismo cultural y ambiental, pero sobre el cual se ha investigado poco científicamente.
INVASIÓN
Consultado sobre su opinión respecto a la hipótesis de Gadea, el geólogo Darío Gómez Duarte, catedrático de Geología del Paraguay y Geología Estructural en la Facen, indicó que hasta el momento se trata de una mera hipótesis que para ser comprobada requeriría que se realicen perforaciones en el lago y que se hallen sedimentos marinos en el interior.
“Es una hipótesis que el lago Ypacaraí podría ser parte de un estuario marino. Para confirmar que el mar Chaqueño llegó hasta allí se deberían hacer excavaciones en el lago y encontrar sedimentos o rocas marinas. Que haya agua salada en el entorno puede deberse a otros motivos. Por la sobreexplotación de los acuíferos se podría estar dando una invasión de los acuíferos salados del Chaco hacia la región Oriental”, expuso.
Otras hipótesis
En su investigación titulada “El origen del lago Ypacaraí: una hipótesis”, Gadea da cuenta de otras posibles explicaciones sobre el origen de esta masa hídrica:
“1- Félix de Azara sostuvo que el lago era producto de la acumulación hídrica de escorrentías superficiales y precipitaciones. Esta hipótesis sostiene que el lago Ypacaraí es consecuencia de acumulación de aguas de los afluentes y de lluvias a lo largo de millones de años, que también fueron aprisionados en la depresión topográfica principal del valle. Asimismo, se adecua a las características de represamiento de acuerdo a su morfología.
2- Inundación excepcional del río Paraguay (Alfred Demersay, 1860). Este autor argumentó que, en tiempos prehistóricos, a causa de una creciente extraordinaria, el río Paraguay pudo haber vertido sus aguas en el valle.
3- Tectónica: Como consecuencia de la ruptura cortical que representa el inicio del proceso de la formación del rift de Asunción durante el Jurásico tardío – Cretácico temprano.
4- Presencia de un gran río embalsado: se menciona la existencia de un antiguo río a lo largo del valle de Ypacaraí, de envergadura comparable al río Paraguay o al río Paraná. Ese río fue represado en las cotas mínimas del valle, y con el tiempo fue disminuyendo su caudal, permaneciendo así el importante volumen de agua que contiene el lago. Los actuales afluentes son remanentes de aquel gran río. La morfología triangular del lago se adecua a esta hipótesis.