El exministro de Industria y Comercio Gustavo Leite, candidato a senador por el movimiento Honor Colorado, en su espacio “Café con Leite”, emitido por Universo 970 AM-Nación Media, brindó un análisis de las consecuencias de la inflación a nivel interno como externo. Señaló que a diferencia de los factores exógenos, a nivel interno se pudo evitar en gran medida con el buen manejo del gasto público.
Mencionó que en primer lugar es preciso primero definir el término de la inflación para aquellos que por alguna razón quizás no comprendan el significado. Explicó que dicho fenómeno se trata de la pérdida del valor del dinero básicamente, más allá de los tecnicismos que lo envuelven en economía. “Si por tu cien mil comprabas un paquete de productos en enero, hoy por ese mismo valor comprás mucho menos”, expresó Leite a la audiencia en términos sencillos.
En ese sentido, explicó que cuando los economistas empiezan a advertir sobre riesgos de inflación, hay que escucharlos, al tiempo de recordar lo que se había generado con el programa social de ayuda Pytyvõ, y que los especialistas como Santiago Peña y Carlos Fernández habían anticipado que cuando dicho subsidio se monetice se enfrentaría una inflación.
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Endeudamiento público
El problema se agravó cuando el gobierno siguió endeudándose, ingresando dólares al mercado local, que luego se convirtieron en guaraníes y estos a la vez circularon en mayor cantidad de lo que había en mercaderías, beneficiando a un solo sector, en consonancia con el contexto internacional de la guerra entre Ucrania y Rusia, que detonó el aumento del precio del combustible.
Esto ocasionó a la vez una inflación global a consecuencia de dos elementos, por un lado provocando que los Estados gastaran lo que no tenían a raíz del COVID-19 y, por otro lado, que subieran todos los costos de energía comprando gas al doble de precio,
Fue así que los productos de la canasta familiar que se transportan en camiones sufrió este fuerte golpe, ya que el costo de acercar un camión de fideos ya no es el mismo que hace un año atrás, y esos precios remarcados son los que el país está sintiendo ahora muy agudamente, pues el aumento no fue solo en el combustible, sino también en el gas, es decir, dicho incremento fue transversal a todo.
Leite explicó igualmente que si bien la inflación es una tendencia, porque a medida que se producen más bienes que dinero este último compite por los mismos bienes, pero cuando la inflación es provocada por un mal gobierno, por malas políticas públicas, con un endeudamiento desmedido por malgasto, es algo que se pudo haber evitado.
Al respecto, el exministro remarcó que la inflación en Paraguay, de hecho, estaba controlada a un ritmo del 3-3,5% y nunca llegó a dos dígitos, pero cuando es a consecuencia de fenómenos exógenos no se puede controlar, a diferencia de los errores o mala gestión interna, que sí se pudieron prever como el malgasto público cuyos recursos se podían haber utilizado en proyectos que no generen inflación.
“Todos estamos en el derecho de reclamar que el Estado gaste mejor nuestra plata, porque todos pagamos impuestos, y si va haber inflación que por lo menos haya una deflación de nuestro bolsillo, pero como todo se hizo mal, hoy estamos pasando un fin de año muy complicado, y la situación en el interior es mucho peor que en la capital”, subrayó Leite.
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