El mercado local suma un nuevo jugador en el segmento de la yerba mate, un producto autóctono que caracteriza al consumidor paraguayo y no puede faltar en su día a día, para lo cual ya está disponible en el país la nueva Santo Tomás.
Esto fue posible de la mano de Palermo SA que como compañía tiene diseñado desde hace muchos años un plan estratégico para volverse multirubro, y como resultado de ese proceso emerge la tercera marca como Santo Tomás Yerba Mate.
Para conocer más detalles sobre este lanzamiento, el diario La Nación/Nación Media conversó con María Elena Meza, jefa de marcas nuevas categorías de Palermo SA, quien señaló que la nueva yerba está disponible en el mercado local desde el pasado lunes 7 de noviembre para todo el territorio paraguayo.
“Estamos muy contentos de poder acompañar al consumidor de yerba con esta nueva propuesta, porque lo que buscamos es conectar construyendo una marca, desde una cuestión muy cultural como es el hábito de dejar siempre a Santo Tomás el primer sorbo de mate o tereré”, expresó Meza.
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El primero para él
La responsable de la marca resaltó igualmente que la idea del nombre se dio en dicho concepto, pues Santo Tomás, aparte de ser el patrono de la yerba mate, tiene que ver con el aspecto cultural ligado al consumo de mate y tereré, pues desde siempre “el primero es para él”, un ritual que se respeta. “Hay un insight muy fuerte ligado a la categoría”, destacó.
Y como Santo Tomás es quien siempre toma el primer mate de todos, es el que más sabe de yerbas, y ahora lanzó la suya de la mano de Palermo, que luego de más de cuatro años de trabajar en el proyecto hoy dice presente en el mercado paraguayo.
Santo Tomás tiene un diferencial debido a que, en términos de calidad del producto, fue previamente analizado tras estudios de mercado que pudieron validar que la propuesta está a la altura de las exigencias del mercado y del consumidor, según remarcó Meza.
Proceso de producción
En cuanto al proceso de producción, si se tiene en cuenta desde la cosecha, el estacionado de la yerba mate dura unos 2 años en estacionado natural, que para la clásica lleva mínimo 3 años incluso, y recién, luego de este periodo, se puede seguir la cadena completa hasta el envasado para su posterior distribución y comercialización.
Pero lo interesante del rubro es que el proceso involucra a muchos pequeños productores dedicados a esta actividad, así como a varias fincas que abastecen a la empresa, generando así una cadena de valor más que importante.