La pandemia dejó muchas enseñanzas sin duda, y el mercado laboral tuvo que adaptarse con los sistemas de trabajo del home office y luego al híbrido, perdurando en mayor medida el híbrido y al parecer es el que está marcando las pautas a nivel regional, porque le beneficia tanto a trabajadores como a empleadores, según señalaron expertos internacionales en el manejo del talento humano.

Fue en un panel sobre las “Tendencias regionales en prácticas laborales II ¿hacia dónde va la región?”, organizado por Ferrere Paraguay, firma que acercó al país a profesionales de alto renombre en la materia, como Enrique Stile de Argentina, Pablo Heredia de Bolivia, Andrea Giamondo Massei de Brasil, Alberto Baroffio de Uruguay, y por Paraguay estuvo Marysol Estigarribia, socia de la firma, quienes coincidieron en que la flexibilidad es un plus para retener talentos.

“Desde Ferrer quisimos reunir a profesionales de distintos países, para escuchar de ellos las experiencias y cambios que tuvieron a raíz de la pandemia, y siendo Paraguay un país inversor es interesante conocer lo que sucede alrededor para adquirir nuevas prácticas”, expresó Estigarribia.

Baroffio aportó que en Uruguay se está implementando bastante el teletrabajo, muy vinculado a las modalidades híbridas para poder retener al talento, combinando trabajos en oficinas y desde las casas, gracias a una normativa que permite dicha flexibilidad, adaptando las necesidades de las empresas junto con las de los colaboradores.

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“Lo híbrido es positivo para todos, porque nos da cierto margen para adaptar una industria que también tiene administrativos, con las políticas vigentes pero que se aplica de manera diferente según el rubro de las empresas”, dijo.

Giamondo Massei señaló que el mercado laboral brasileño está atravesando por dos situaciones importantes, por un lado la incertidumbre de lo que sucederá respecto a las normas laborales con el nuevo presidente electo y qué cambiará, y en segundo aspecto abordó también el teletrabajo, pues las nuevas generaciones ya no están aceptando trabajar solo en formato presencial en las empresas.

“La preocupación radica en estos aspectos, en cómo las empresas pueden controlar la seguridad, el flujo de informaciones y las horas de trabajo, porque de acuerdo con nuestra ley las horas laborales deben ser controladas por más que lo estén haciendo desde las casas. Entonces la recomendación es una negociación con los sindicatos para estipular las mejores formas de adaptar las leyes a las realidades de todos”, indicó.

A su vez, Stile refirió que en la Argentina el principal problema es la inflación, que radica en el cómo retener talentos y motivar al personal. Las empresas deben pensar más allá, en beneficios que no solo sean los económicos como el poder trabajar en casa, que estén más contentos y que ir al trabajo no les resulte un mayor costo.

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“Lo que estamos viendo es una migración porque el talento argentino está siendo de back office, es decir, como un trabajador global que puede prestar servicios en cualquier lugar del mundo a un costo más barato que Europa u otros países. Pero principalmente se trata de mantenerle contento al trabajador, con beneficios como el teletrabajo y la flexibilidad”, aportó.

En Bolivia, a pesar de que vienen de una normativa bastante rígida y proteccionista, lo que la pandemia logró fue instalar el teletrabajo flexibilizando así a lo que estaban acostumbrados, incluyendo un nuevo concepto como lo es el trabajo por objetivo.

“Se implementó el trabajo entregable, por objetivo, en mejora de la eficiencia que ya no establece horarios rígidos ni con el teletrabajo, sino más bien cumplir con los objetivos en jornadas más flexibles. Se miden más los entregables y ya no el control de los horarios, y esto fue posible con el formato híbrido con ciertos días en casa y otros en la oficina”, remarcó Heredia.

Los especialistas en el manejo del talento humano opinaron igualmente sobre el mercado laboral paraguayo, y concordaron que la flexibilización es un factor preponderante, a diferencia de Bolivia donde cuesta mantener al personal u otros países de la región donde persisten los sindicatos con los cuales a las empresas les cuesta más lidiar, mientras que a nivel local no se tiene esa “contaminación sindical” sino uno más sano, opinó Stile.

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