El Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) emitió una alerta ante las condiciones favorables para la aparición de focos de roya de la soja. Desde la institución también brindaron algunas recomendaciones para los productores, técnicos y fiscalizadores de campo a fin de evitar la propagación de esta enfermedad.
Las constantes lluvias que caracterizaron las últimas semanas de septiembre y todo el mes de octubre generaron inconvenientes a la hora de la siembra de soja, por lo que en algunas zonas del país este proceso se realizó de forma tardía. Así también, los cultivos que ya están en desarrollo se ven con preocupación debido a que la alta humedad podría dar paso a enfermedades y plagas.
Atendiendo a esa situación, desde el Senave emitieron una alerta debido a que las condiciones climáticas actuales pueden ser favorables para la proliferación de la roya de la soja (Phakopsora pachyrhizi). Es por ello que también brindaron algunas recomendaciones a fin de evitar que la enfermedad empiece a atacar las plantaciones y ponga de nuevo en riesgo la campaña.
Tanto productores, técnicos y fiscalizadores deberán realizar monitoreos constantes y permanentes del cultivo para detectar la plaga en forma oportuna, eliminar plantas de guachas y otros hospedantes como el kudzu, aplicación de control oportuno, aplicaciones preventivas de fungicidas y el uso de variedades resistentes.
“Para el control químico y aplicaciones preventivas es necesario rotar los modos de acción de los fungicidas, incorporando denominados multisitios o protectores, para evitar la resistencia del patógeno a los ingredientes activo que hoy día se tiene para el cultivo de la soja”, refiere el comunicado dado a conocer.
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Explicaron que la enfermedad se manifiesta a través de puntos pequeños y oscuros que luego originan ampollas (pústulas) en las hojas, correspondiendo al inicio de la formación del hongo. Con el tiempo se vuelven pardas y producen un pequeño poro que, con el avance, provocan lesiones fácilmente visibles en ambas superficies de la hoja.
Si la enfermedad llega en un periodo de desarrollo bastante alto logra que las hojas se tomen de color amarillo y se desprenden, impidiendo así el llenado de los granos. En el caso de darse, esto pondría de nuevo en jaque la nueva campaña, atendiendo a la complicada situación que generó en la cosecha pasada la fuerte sequía.
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