Las economías de América Latina y el Caribe recuperaron sus niveles prepandemia y la región cobró cierta sensación de normalidad aunque la economía debe reactivarse para evitar un nuevo ciclo de bajo crecimiento, señala el nuevo informe del Banco Mundial. El ente ajustó nuevamente sus predicciones, mientras que para Paraguay sigue manteniendo su tendencia a la baja llegando inclusive a un escenario negativo.

Según el organismo multilateral, las inversiones sociales y en infraestructura pueden convertirse en motores claves de crecimiento y prosperidad compartida. Se calcula que el PIB regional crecerá 3,0% durante este año, una tasa mayor a lo previsto anteriormente debido al alza en los precios de las materias primas.

La fuerte incertidumbre que recorre el mundo como resultado de la guerra en Ucrania, la subida de las tasas de interés en los países desarrollados y las persistentes presiones inflacionarias impactarán sobre las economías de la región. “Se prevén tasas de crecimiento bajas, de 1,6% y 2,3% en 2023 y 2024, respectivamente, similares a los niveles observados en la década del 2010″ menciona el informe.

Te puede interesar: Raíces Real Estate: 18 años colaborando con el avance inmobiliario del país

Si bien se espera una retracción para este año, las predicciones para el 2023 resultan más favorables para el país. Foto: Archivo.

Expansión de países

Para Paraguay el BM corrigió su proyección cambiando de positivo a negativo debido a que del 0,7% previsto en junio pasado ahora se espera que la economía paraguaya cierre el 2022 con una retracción de 0,3%, mientras que para el 2023 prevé un repunte de 5,2%.

Colombia, Uruguay, Argentina y Bolivia son los países con mayores crecimientos previstos por el Banco Mundial, con 7,1%, 4,8%, 4,2% y 4,1%, respectivamente; mientras que Brasil crecería 2,5%, seguido por Chile con 1,8%. No obstante, se estiman retracciones económicas para el próximo año siendo Chile el país que más caerá en el 2023 (-0,5%).

El organismo multilateral sugiere poner en marcha reformas e inversiones necesarias para acelerar el crecimiento, mientras que los gobiernos deben encarar los costos estructurales de la situación provocada por la crisis. Afirmó en ese sentido que la región está bien posicionada para replantear su trayectoria de desarrollo.

Leé también: Senacsa confirma auditoría canadiense a la cadena cárnica de Paraguay

Dejanos tu comentario