Armando Giménez Larrosa (armando.gimenez@nacionmedia.com)
Para finales de octubre, el Banco Central del Paraguay (BCP) tiene previsto divulgar su nueva perspectiva económica para el cierre del 2022, que hasta ahora se mantiene en una expansión del PIB del 0,2%. Sin embargo, desde la banca matriz adelantaron que una posible sequía golpearía nuevamente el desempeño económico e incluso afectará el repunte previsto para el 2023.
Esta misma percepción fue captada por el mercado interno, que pese a mantenerse en su postura de recuperación de 4% para el 2023, ajustó levemente a la baja su pronóstico para este año, de un 0,2% a 0,1%. Otros organismos incluso resaltaron que una posible sequía es el principal riesgo que se presenta en este escenario, incluso podría afectar a los nuevos pronósticos para adelante sobre el PIB.
En un análisis realizado por economistas del banco brasileño Itaú, se resalta al evento climático como principal riesgos, incluso podría incidir en nuevas proyecciones en los próximos meses para el cierre del año, así como para el “rebote” esperado en el 2023.
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“Vemos riesgos a la baja para nuestra previsión del PIB, aunque mantenemos en una caída de 1,0% para 2022. Sin embargo, una recuperación más tímida de lo esperada tras la sequía introduce un riesgo a la baja en nuestra previsión. Para 2023, seguimos proyectando un crecimiento del PIB del 5,0%, suponiendo una normalización de la producción agrícola tras la grave sequía de 2022″, agrega el reporte.
Por su parte, Miguel Mora, economista jefe del BCP, indicó que el evento climático implicó una importante reducción de producción, principalmente en los productos primarios de exportación, como la soja. “Lógicamente, el resultado de una menor producción se observa en el reporte de comercio exterior y posiblemente se seguirá viendo durante todo el año. Esto considerando que casi toda la producción ya fue exportada, y en un menor volumen por la caída de la producción”, dijo.
Factor de riesgo
En tanto, acotó que para la siguiente campaña agrícola siempre es un factor de riesgo la sequía, por lo que si es que se da, podría afectar principalmente a las exportaciones del 2023, considerando que la soja se empieza a cosechar a inicios del año que viene.
Sin embargo, el economista jefe del BCP dijo que es importante mencionar que, según conversaciones con el sector, la sequía que se tuvo en la campaña agrícola anterior (2021-2022) fue una de las peores desde que se tienen registros.
“Según miramos en el pasado, no se produjo todavía dos años de sequía consecutivas, lo que es algo que puede calmar. Se observó en el 2009, con recuperación en el 2010. En el 2012 otra vez, pero con recuperación en el 2013. La última vez fue en el 2019, con recuperación al siguiente año de la agricultura, pese a que el crecimiento fue negativo, más bien por efecto de la pandemia”, agregó.