Otro de los tantos segmentos que históricamente se consideraba como dominado por los hombres, es el de la tecnología, que basta con ahondar un poco más en las grandes compañías multinacionales para descubrir que en la actualidad la incursión de la mujer es una realidad. Y a nivel local existen varias iniciativas para cambiar ese paradigma, como lo es “Programando Paraguay”.
Como su nombre lo dice, es un programa que busca formar y conectar el talento joven, en este caso de Itapúa, con las oportunidades del sector de tecnología, y especialmente con la incursión de las mujeres en la industria del desarrollo de software que es mayoritariamente masculina.
Por ello, está disponible la convocatoria para Programando Paraguay en la zona sur del país, que consistirá en un curso de capacitación de cuatro meses, y pueden aplicar mujeres a partir de 18 entre 30 años de edad, que vivan en Itapúa, hayan culminado el colegio, tener manejo de computadora y disponibilidad de tiempo para estudiar 25 horas semanales.
La convocatoria de inscripciones para aprender a programar cierra el próximo viernes 30 de septiembre y los interesados pueden postular en la web. Las primeras seleccionadas empezarán con un pre-entrenamiento presencial en las fechas 8, 9, 15 y 16 de octubre, y luego continuarán de forma online.
Programando Paraguay es impulsado por la Fundación CIRD y el BID Lab del Banco Interamericano de Desarrollo, y lo que se pretende es reducir la brecha, puesto que pocas mujeres incursionan en el rubro por factores como falta de mentores, síndrome del impostor o estereotipos de género.
Factores de menor incursión
Al respecto, la Bootcamp Product Manager de Programando Paraguay, Vanessa Cañete, mencionó que baja participación femenina se debe, entre otras cosas, al síndrome del impostor que experimentan muchas mujeres, que básicamente es la sensación de no estar nunca a la altura, o de no ser lo suficientemente buenos, competentes o capaces.
“Es pesada la carga de perfección que se nos exige en todos los ámbitos e influye en la deserción de muchas porque no se sienten aptas. Tenemos que empezar a creer en nosotras mismas, también las empresas y otros sectores con necesidades tecnológicas deben facilitar el camino para la inserción de mujeres en el desarrollo de software. Y en este punto también es importante el apoyo de mentores”, expresó.
María Victoria Heikel, del equipo investigativo de la iniciativa, lidera actualmente un estudio sobre las barreras que enfrentan las mujeres en tecnología, y remarca que si bien la mayoría de los países del mundo reconoce la importancia de reducir las brechas de género en tecnología, pocos desarrollan estrategias, herramientas y metodologías efectivas para enfrentarlas.
Sobre la importancia de estudiar programación, destacó las oportunidades que ofrece encontrar un trabajo mejor remunerado, que hoy, debido a la alta demanda requiere muchos menos años de formación que carreras tradicionales. “Con dos o tres años de estudio ya podes trabajar como programadora y ganar entre dos y tres veces más que el sueldo promedio en carreras administrativas o comerciales”, remarcó Cañete.
Otro aspecto interesante es la posibilidad de trabajar remotamente desde cualquier lugar y para empresas de todo el mundo, además de que es una industria muy desafiante porque exige actualización constante. A medida que pasa el tiempo y con nuevos proyectos se adquieren nuevas habilidades, por lo que el camino para volverse experta es más rápido que en otras industrias, acotó.
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