Paul Sarubbi, presidente de la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa), sostuvo que la deuda que tiene el Gobierno con el sector supera los US$ 400 millones y es arrastrada desde el 2019. Aseguró que las empresas están llegando a un nivel económico y financiero bastante complicado, atendiendo al número de empresas que vienen trabajando con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).

En comunicación con 800 AM, el titular del gremio de la construcción habló este sábado acerca de la situación que vienen experimentando dentro del sector, tanto por la deuda de los US$ 400 millones que tiene el Gobierno como por la reducción en las licitaciones durante este último tiempo. En ese sentido, indicó que desde el año 2019, primero a raíz de la sequía y después con la pandemia, el Gobierno adoptó una política anticíclica para poder compensar el parate económico que hubo a raíz de esos eventos.

Fue así que hubo bonanza de construcciones en ese periodo y muchas de ellas fueron llamadas con fondos locales, que finalmente no pudieron ser cumplidas a consecuencia de las inversiones que se realizaron en otros sectores. Sarubbi sostuvo que eso provocó que se vayan acumulando las deudas hasta este tiempo provocando una crisis para el sector.

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Más de 100 empresas se encuentran actualmente trabajando con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). Foto: Archivo.

Falta de previsibilidad

“Hay muchas obras que siguen todavía en ejecución, eso hizo que se vaya sumando más esa deuda desde esa época. Así fue que llegamos a esta situación en la cual tenemos US$ 400 millones de deuda con las empresas constructoras y hace que estemos en esta situación que verdaderamente ya es económica y financieramente muy difícil para todos, las empresas están muy apalancadas”, mencionó.

Asimismo, explicó que la cantidad de licitaciones que se hicieron en su momento dieron paso a la creación de muchas empresas de construcción llegando a más de 100 firmas que trabajan con la cartera de Obras de tener unas 30 a 40 empresas. Por medio de eso, las nuevas compañías compraron mucho equipamiento y contrataron mucha mano de obra para poder cubrir las obras, pero con la deuda están con un sistema financiero bastante apretado.

Mencionó que este problema financiero que tiene el Estado provoca que no haya previsibilidad en cuanto al volumen de obras para los próximos años, pese a que aseguran que se van a mantener esos niveles de inversión. Sarubbi precisó que para que se logre eso es necesario que haya más licitaciones, pero existe una falta en ese sentido para poder cumplir con esas inversiones previstas.

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