Tanto el río Paraguay como el Paraná presentan un mayor flujo de agua, lo que posibilitaría un mejor tránsito fluvial y que sería aprovechado, según indicaron desde el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym). Pese a eso, sostienen que la preocupación recae más bien sobre la merma en cargas que se originó a consecuencia de la baja producción de este año.
Juan Carlos Muñoz, director del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym), mencionó en comunicación con La Nación-Nación Media que, por una parte, el río Paraguay representa un respiro para el sector debido a que pese a que en un principio había bajado, ahora logró estabilizarse y está demostrando cierto crecimiento. No obstante, mencionó que las previsiones en cuanto al clima sostienen que el fenómeno de La Niña seguiría hasta fin de año.
Sin embargo, la preocupación para el sector sigue siendo respecto al nivel de carga que había experimentado una merma importante desde el inicio de la sequía no solo por el bajo nivel de los principales ríos, sino también por la baja producción agrícola. En ese sentido, Muñoz explicó que la campaña de maíz presentó una buena cosecha, pero no genera beneficios para ellos debido a que el transporte se realiza a través de camiones, en donde no tienen participación.
En cuanto al río Paraná, mencionó que está en víspera de tener mejores condiciones de navegabilidad, lo cual ya fue puesto a conocimiento de todos los armadores a fin de aprovechar esa situación para realizar el traslado de productos. Aclaró que desde la semana pasada se está observando un mayor flujo de agua y eso daría la posibilidad de operar algunas cargas desde Alto Paraná, en donde esperan unas 700.000 toneladas de mercaderías.
“Las expectativas están en que nuestra siembra de soja pueda tener un año benigno y con capacidad de siembra con la ayuda adecuada para no tener la merma que tuvimos, que es de casi 4,5 millones de toneladas menos de soja. En setiembre vamos a ver cómo se presenta el tema de importaciones que son estacionales para fin de año, que siempre hay mayor movimiento”, indicó.
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En líneas generales, Muñoz expresó que en julio se cumplieron tres años de baja de los ríos que siguen sin niveles de recuperación razonables, que siguen complicando la situación del gremio. Por otra parte, alegó que toda la economía fue afectada por la suba del petróleo, que generó una inflación abrumadora ocasionando ajustes en los precios de los fletes.
“La sensibilidad que tienen nuestros costos logísticos hace que si bien hubo aumentos, no fueron muy abruptos y como dije siempre, nosotros estamos más preocupados en la merma en la cantidad de cargas, eso fue lo que realmente nos golpeó más que nada”, aseveró el titular del gremio.
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