El sector de la construcción sostiene que la deuda del sector público sobrepasa los US$ 400 millones, lo que afecta a más de 70 empresas. Paul Sarubbi, presidente de la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa), espera que se pueda cumplir con esa deuda a fin de evitar más problemas financieros a las firmas constructoras.

Se cumplen cuatro años del gobierno de Mario Abdo Benítez, marcados de aciertos y complicaciones para el sector de la construcción que desde hace tiempo viene reclamando el pago de una millonaria deuda por las emblemáticas obras públicas. Paul Sarubbi, presidente de Cavialpa, dijo en comunicación con La Nación-Nación Media que espera que se puedan cumplir con ellos lo antes posible para no generar más efectos financieros en las empresas.

El Gobierno mantiene una deuda millonaria con las firmas constructoras que ascienden los US$ 400 millones, provocando complicaciones tanto en el avance de las obras como también en el pago, ya sea a proveedores o por la mano de obra. El titular del gremio indicó que unas 70 empresas y alrededor de 30.000 empleos fueron afectados por esta situación, que podría empeorar con el avance de los meses.

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Sarubbi aseguró que desde gobiernos anteriores se logró una visión de política estratégica de inversión en infraestructura, que siguió el gobierno de turno, por lo que en materia de infraestructura se hizo mucho. En ese sentido, indicó que a través de eso se llegó a niveles de inversión importante, alcanzando cerca del 3% del PIB, lo que representarían unos US$ 1.200 millones.

Si bien se desarrollaron muchas obras, el problema para el sector sigue siendo lo relacionado al pago, que lo vienen reclamando desde principio de este año, ya que pese a que se otorgan créditos para las empresas, las mismas tienen que exponerse a importantes intereses que se podrían haber evitado.

En ese sentido, Sarubbi señaló que desde el gremio esperan a que ese problema se vaya solucionando al corto plazo para que puedan trabajar de manera más tranquila a fin de que no tengan que acumular deudas al sistema financiero. Indicó que además de eso los proveedores son los que están financiando todas las obras y todo eso afecta mucho a la cadena de valor económico que hay detrás del sector de la construcción.

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Además, aseguró que en el sector de la obra pública están trabajando alrededor de 150.000 personas, siendo la misma mano de obra directa. Sobre esa línea, indicó que del total al menos 30.000 trabajos se perdieron en el sector de la construcción siendo las obras públicas las que más desempleados está generando.

“Esto no solo se da por las deudas, sino porque verdaderamente hay menos obras. Había muchos contratos y mucho de ellos ya se están terminando, se están inaugurando, pero ya no hay más tantas licitaciones. Eso hace que los equipos queden ociosos por un lado y por el otro hace que la gente también se quede desempleada”, aseguró.

Ante eso, sostuvo que es importante que el Estado tenga una política de desarrollo y de inversión que haya que exista previsibilidad en los volúmenes de obras. Aseguró que es necesario determinar que el nivel de inversión (3% del PIB) se mantenga en el tiempo y considera que son cuestiones que se deben ir ajustando con el tiempo, a través de la mesas multisectoriales a fin de establecer proyectos a largo plazo.

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En su sesión ordinaria del jueves pasado, la Cámara de Senadores aprobó créditos por un total de US$ 615 millones, del cual una parte sería destinado para el pago de las deudas que el Gobierno mantiene con las constructoras. En ese sentido, Sarubbi señaló que faltaría que se apruebe en Diputados para que pueda encaminar este dinero al proceso de pago.

Asimismo, aseguró que tras eso se espera que se pueda dar continuidad a las gestiones con los entes financistas a fin de que se pueda disponer lo ante posible del presupuesto para que las empresas puedan seguir trabajando de forma más segura sin tantas complicaciones financieras.