El segundo día de la Marcha Criolla en el Chaco, organizada por las Ganaderas Sofía y Chajha, culminó igualmente tranquilo con una competencia entretenida que despliega destrezas, resistencia y pasión por las actividades ecuestres, que arrancó bien temprano aún bajo el claro de la luna puntualmente a las 5:00.

Así lo transmitieron los propios participantes de la marcha, quienes cabalgaron los siguientes 40 km de la carrera que hasta la tercera jornada de mañana es al trote sin imprimir velocidad, que consiste en 20 km ida y vuelta como parte de la competencia criolla.

Siguiendo de cerca la competencia que se desarrolla desde el predio de la Asociación Rodeo Trébol en Loma Plata, el diario La Nación-Nación Media conversó con los protagonistas de la marcha y compañeros de los ejemplares equinos, los jinetes, quienes transmitieron la satisfacción de montar a los criollos.

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La edición actual cuenta con un peculiar participante, Matteo Harder, un jinete de solo 11 años que se destacó por sus ganas de ser parte de la competencia, pues ya desde el año anterior, cuando estuvo de espectador, se propuso competir y con el apoyo del padre así lo hizo. Si bien lamentó que ya no podrá seguir la competencia mañana imposibilitándolo a realizar la final el día domingo, pues su caballo que aquejaba una dolencia no pudo resistir, más allá de que estuvo tratado antes de correr, siempre es prioritario precautelar la integridad del animal.

“Lastimosamente no podré seguir por el caballo, pero estoy muy contento de participar porque me encantan los caballos, me gusta cabalgar y desde el año pasado quise participar y lo hice”, destacó el pequeño caballero acompañado en todo momento de su padre.

Otro de los participantes que también se está destacando por segundo día consecutivo es Mahicoll Román, un joven jinete concepcionero de 15 años por parte de la Ganadera Ñu Guazú, que en las dos primeras jornadas lideró la marcha y se vislumbra como potencial candidato para los primeros puestos por el aguante que demostró su caballo. “Estamos muy entusiasmados, los dos primeros días llegué en la punta, nuestro caballo Gaspar está bien, está resistiendo bastante, gracias al entrenamiento previo de al menos tres meses que tuvimos para prepararle”, expresó.

Respecto a la raza, aseguró que se trata de una muy resistente y buena para el trabajo, pues ya viene trabajando desde hace un tiempo con los criollos, específicamente desde que decidió dedicarse específicamente a los caballos hace 3 años porque es lo que le apasiona. “Todo lo que tenga que ver con caballos, ahí voy a estar, a eso me dedico y es lo que me gusta”, subrayó el joven.

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Antonio Ramírez, uno de los jinetes ya con experiencia desde la marcha anterior, representando a la Ganadera Ñu Guazú, manifestó que la competencia de este año está más severa debido a que los participantes están mucho más experimentados y preparados para pujar por los primeros puestos.

“Este año está más difícil la competencia porque los muchachos ya vinieron más preparados, a medida que se dan más ediciones, hay más experiencia. Cada estancia ya sabe cómo preparar mejor a los caballos, los jinetes también ya conocen la capacidad del criollo, todos estamos más familiarizados y ya veo una final más complicada para este domingo”, expresó.

La marcha criolla se realiza durante 4 jornadas; las primeras 3 de 40 km con 20 km ida y vuelta al trote a una velocidad de 15 km por hora, y la última jornada de otros 40 km con la carrera de velocidad para totalizar los 160 km, y los primeros cuatro lugares se llevarán los premios en efectivo de US$ 500 para el cuarto, US$ 1.500 para el tercero, US$ 4.000 para el segundo y US$ 6.000 para el primer lugar.