La empresa familiar, hoy ya constituida como Hotel y Restaurante Jardín Alemán, situada en la ciudad de Capiatá, en el ex Km 24 de la Ruta PY 02, cuenta la historia de una pareja que empezó un emprendimiento gastronómico hacia la capital del país, y ya años después logró trasladarse en su propio local donde se encuentra actualmente.
Quien nos cuenta la historia es la propietaria del hotel restaurante, la Sra. Leonida Leite Vda. de Seitz, quien actualmente se encarga de toda la administración con ayuda de sus 2 hijos, pues quedó sola tras la pérdida de su amado hace unos 6 meses.
Ella recordó los inicios, remontándose a su juventud, cuando a los 20 años conoció a quien por más de 38 años fue su compañero, un alemán de 40 años en aquel entonces que conquistó su corazón y tenía el sueño de montar su propio negocio, pues había trabajado en muchos restaurantes y hoteles antes.
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Inicios del hotel
Ella decidió acompañar sus sueños, y juntos forjaron esta empresa familiar que hoy es un establecimiento de estadía y gastronomía, iniciada en el año 1984 con un restaurante en Asunción, luego se mudaron de local y en ese trayecto pudieron adquirir un terreno en Capiatá, en el que se construyó el hotel con 10 habitaciones y empezaron a operar desde el 5 de febrero de 1991.
“Cuando empezamos, lo hicimos nosotros dos solos, trabajamos durante dos años y siete meses así hasta que después no dábamos abasto, y pudimos empezar a contratar a alguien. Él era una persona multifacética, sabía hacer de todo y como era muy bueno en la cocina cuando me dijo lo del restaurante, no dudé en acompañarlo. Después él mismo diseñó el hotel”, rememoró Leonida en contacto con La Nación.
Actualmente el hotel cuenta con dos bloques, el que primeramente fue construido y uno nuevo con 12 habitaciones confortables. Los precios van desde G. 170 mil hasta G. 290 en un bloque, y el otro a partir de G. 230 mil con una single, y hasta una quíntuple en G. 80 mil por persona.
El restaurante
El restaurante, que si bien había arrancado desde sus inicios con menú a la carta, durante la pandemia pasó por un cierre absoluto durante al menos 5 meses, lo cual fue fatal pero a medida que el sector se fue reabriendo, pudieron volver a retomar la actividad y en ese entonces tuvieron que volcarse al servicio de buffet pero con otra dinámica, diferenciaron de martes a viernes, días en los que ofrecen menú a la carta, mientras que los sábados y domingos el servicio de buffet.
Además del restaurante que goza de una cocina de calidad internacional, donde se puede realizar o celebrar distintos tipos de eventos, posee también piscina para uso exclusivo de los huéspedes, así como un gimnasio, sin dejar de mencionar el ornamental jardín y algunos pocos animales de tipo zoológico, teniendo en cuenta las exigencias del organismo ambiental, acotó Leonida.