Lo que costó en los últimos años a Paraguay lograr una estabilidad macroeconómica, corre un serio riesgo, no solo por el contexto actual de crisis globalizado con altos precios, los vestigios de la pandemia y una sequía azotaron al país, sino por el momento propio electoralista que puede poner en jaque una larga jugada.
Es parte de las conclusiones de la plataforma conversatorio de Desarrollo en Democracia (Dende), que luego de mucho volvió a realizarse de forma presencial con expertos, encarando el tema “Escenarios sociopolíticos y económicos que afectan al Paraguay y al mundo ¿Hacia dónde nos encaminan?”.
“La estabilidad macroeconómica está en serio riesgo, porque la pandemia abrió una caja de Pandora. Recurrimos a un endeudamiento muy grande. He notado desde el año pasado un relajamiento, los políticos tenían cierto consenso de que era importante mantener la deuda acotada y eso pareciera ser que no preocupa mucho ahora, y en los tiempos electorales es cuando parece que todo es posible”, advirtió el exministro de Hacienda, César Barreto.
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Mencionó que Paraguay debe tener mucho cuidado, y que es fundamental en términos económicos, en un periodo electoral con tendencia a tratar de recurrir a medidas populistas utilizando el Presupuesto General de la Nación, y que a la vez existen reformas que tal vez no sean precisamente económicas, pero generan igualmente impacto, que es a lo que se puede recurrir, si se pretende seguir creciendo al menos a un ritmo de 4% anual, dijo.
Preocupación
En ese sentido, transmitió su preocupación por la posible aprobación del proyecto de ley de equiparación salarial de los jubilados, lo cual sería un descalabro para el PGN, sentenció. En otro momento, abordó el aspecto de la atracción de importantes inversiones provenientes del extranjero, para lo cual es preciso contar con sistema de justicia que genere credibilidad, remarcó.
El titular de Dende, Alberto Acosta Garbarino, coincidió con el exministro e insistió en que se debe cuidar que la política no desbarranque la economía en un momento en el que hay tanta necesidad social, y que más bien se debe buscar el equilibrio entre sensibilidad social y responsabilidad económica.
“Cada país tiene que encontrar su modelo, buscando una combinación entre Estado y mercado, y para que los cambios sean viables políticamente, será necesaria la presión ciudadana, por eso es muy importante que la gente empiece a reclamar y a elegir mejor”, resaltó.
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