El sector porcino cerró un primer semestre bastante complicado y preocupante debido a que se registró una caída del 65%, generando más incertidumbre. Jorge Ramírez, presidente de la Asociación Paraguaya de Productores de Cerdos, indicó que la sobreoferta registrada en el país provoca un desplazamiento de los pequeños productores y, por ende, el cierre de las granjas.
Según datos oficiales, de enero a junio el rubro logró comercializar 935 toneladas entre carne, menudencias y despojos, mientras que en el mismo período del 2021 la cifra alcanzó 2.660 toneladas, lo que representa una disminución de 65% en volumen. En cuanto al ingreso de divisas, el resultado es 62% menos, en comparación al año anterior.
Sobre ese punto, en comunicación con La Nación-Nación Media Jorge Ramírez dijo que existe un contexto bastante preocupante debido a que están todavía muy lejos de normalizar los niveles de envíos registrados en años anteriores, en los que se estaba viviendo un crecimiento sostenido. Comentó que desde enero de este año las exportaciones se cortaron de manera abrupta bajando a cero.
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“Ahora a cierre de junio se comenzó a exportar un poco pero menos todavía, ni siquiera el 50% de lo que fue en años anteriores. Entonces, esa situación que hace que ingresen mucho menos divisas al país y también a la industria pone en jaque la estabilidad financiera del sector industrial, eso es lo primero”, advirtió Ramírez a LN.
Esta condición da lugar a nuevos fenómenos negativos para el sector, especialmente para el pequeño productor que empieza a sentir de forma intensa el impacto de la sobreoferta que se registra en nuestro país. Ramírez relató que ante la imposibilidad de enviar, el sector industrial empieza a ubicar sus productos en el mercado local a un precio mucho más competitivo dejando fuera del negocio a los que venden en menor escala.
“Al no poder exportar lo que hace es sacar a la venta en el mercado interno y ahí se crean dos fenómenos; si ellos sacan la carne almacenada al mercado interno a un precio mucho más competitivo que la carne que producen los pequeños productores. Entonces se da un desplazamiento del pequeño productor, que hoy en día están cerrando sus granjas”, mencionó el titular de la APPC.
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Ante la diferencia de precios, que también se dio a nivel internacional y que dejó a Paraguay fuera de algunos mercados, está ocasionando ese mismo efecto en los pequeños productores que no pueden competir con las industrias que producen alimentos a gran escala. Ramírez detalló que son más de 1.500 productores, entre pequeños y medianos, que están destinados a desaparecer a causa de esta crisis en el sector porcino, además de 45.000 fincas familiares que están bajo este mismo riesgo.
Aseveró que una de las herramientas con la que buscarán aplacar esta situación es la apertura del mercado taiwanés para la carne de cerdo paraguaya, que tras haber cumplido con los procesos técnicos, podría obtener la certificación entre octubre y noviembre de este año. No obstante, comentó que los primeros embarques que podrían darse a fin de año no van a desinflar la crisis profunda que existe en el país en cuanto a la exportación.
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