A causa de la guerra entre Rusia y Ucrania los fertilizantes importados por el sector agrícola se encuentran en escasez. Por ello, algunos productores ven al abono orgánico como una alternativa para paliar esta situación. Del mismo modo, piden al Gobierno mayor inversión en investigaciones para generar previsibilidad.

En comunicación con La Nación/Nación Media, el ingeniero Rubén Sanabria, de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP), explicó que tendrían un déficit de al menos 30% en los productos, puesto que los insumos tienen procedencia rusa. Por esa razón la utilización del abono orgánico ya es una realidad a modo de sobrellevar la falta de los productos.

“Algunos agricultores ya están viendo la posibilidad de usar los fertilizantes orgánicos porque los que vienen de Europa son inorgánicos. Nosotros podemos suplir en algo, pero no es el mismo tenor en cuanto a necesidad que tiene nuestro suelo para que pueda proveerle de nutrientes a las plantas”, subrayó.

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Estos abonos son elaborados con mezclas de cal agrícola, estiércol de ave, de cerdo o restos de vegetales y son utilizados como complemento ante la falta de los importados. “De acuerdo a los análisis de suelo ya están usando fertilizantes naturales porque es materia orgánica. Ahí faltaría el fósforo, pero como muchos suelos tienen buena cantidad supliríamos eso”, dijo.

Igualmente, aseguró que esto podría repercutir en una baja productividad, ya que no pueden prescindir de los insumos que son fundamentales para la producción. “Algunas cooperativas también están utilizando ya los abonos orgánicos con minerales y está dando resultados la mezcla”, dijo.

Teniendo en cuenta esta realidad, expresó que es primordial apostar a la investigación con el fin de lograr reemplazar estos minerales y dejar de depender de otros países. “El Gobierno tiene que presupuestar más investigación. Yo no veo parlamentarios que acompañen situaciones como estas y hacer que tengamos sostenibilidad en la productividad”, sentenció Sanabria.

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