Los agricultores resaltan que hay una buena producción de tomate y locote, pero sus precios se ven afectados a la baja por el incremento del contrabando, de acuerdo resaltan desde la Unión de Gremios de la Producción (UGP).

Horticultores de Caaguazú ya están en plena cosecha de tomate y locote, y estiman una buena producción de entre 5.000 y 6.000 kilos por hectárea, respectivamente. Sin embargo, los precios volvieron a bajar por el contrabando. “Estamos vendiendo a 4.000 guaraníes por kilo, cuando anteriormente percibíamos 7.000 guaraníes por kilo”, dijo Gregorio Ocampos, representante de la Coordinadora de Productores Frutihortícolas y Afines del Quinto Departamento Caaguazú.

Por otra parte, explicó que los que producen bajo invernadero no tienen ningún inconveniente con el clima; sin embargo, los que plantan a campo abierto, hacia la zona de Carayaó, están empezando a sentir los impactos de la humedad excesiva en los cultivos

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Por otro lado, la Coordinadora de Productores de Frutihortícolas y Afines del Quinto Departamento Caaguazú nuclea a 1.200 agricultores de distintos rubros como granos, mandioca, leche y hortalizas. Trabajan en conjunto para hacer crecer la zona y reciben capacitación y asistencia de la Dirección de Extensión Agraria del Ministerio de Agricultura y Ganadería.

Durante un encuentro internacional que agrupó a referentes del sector maderero regional en la propiedad de Desarrollos Madereros SA-Pomera, ubicada en Caazapá, se realizó el lanzamiento oficial de la semana de la madera con un reconocimiento de la Federación Paraguaya de Madereros (Fepama) a la mencionada empresa forestal y la concurrencia de unas 150 personas.

Durante la jornada, los referentes visitaron los campos de la empresa reforestados con eucaliptos clonados en viveros con tecnología de punta.

“Hasta inicios de los años 2000, en Paraguay se comercializaba mucha madera nativa y, al aumentar nuestra producción de madera reforestada, también aumentamos la cantidad de consumidores de este material”, explicó Ricardo Kiriluk, gerente regional de la empresa Pomera en Paraguay.

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Otro logro no menos importante, según indicó, es que, en lo que refiere al uso de energía de biomasa, la agroindustria cambió de matriz, dejando de lado el uso de leña nativa para usar ahora leña de eucalipto implantado.

Por otro lado, Kiriluk destacó el compromiso ambiental de la empresa, ya que certifica sus prácticas forestales y su producción industrial con el estándar Forest Stewardship Council® (FSC®), la más exigente validación internacional que garantiza un manejo responsable de los bosques y de la cadena de custodia.