Desde las centrales obreras manifestaron que el salario mínimo debería subir unos 480.000 guaraníes, atendiendo el nivel de inflación publicado por el Banco Central del Paraguay (BCP). Igualmente, los trabajadores expresaron que dicho planteamiento es erróneo debido a que el análisis inflacionario debería realizarse en base a la canasta básica; además, señalaron que el poder adquisitivo se perdió en más del 30%.
Explicaron también que el reajuste salarial aprobado días atrás es insuficiente, teniendo en cuenta que los comercios en general incrementaron sus precios en la medida que se dio la suba del sueldo. “La carne subió ya en enero, la harina, los panificados, el combustible y todo es un costo que genera la pérdida del valor adquisitivo del salario y ahora que se dio el ajuste nuevamente están alzando sus precios, entonces el trabajador es el que sufre las consecuencias”, explicó Víctor Insfrán, de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), en comunicación con La Nación.
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Asimismo, Ramón Ávalos, representante de la Central Nacional de Trabajadores (CNT), manifestó que piden al Ejecutivo una política real de salario para los obreros. “El porcentaje es insuficiente y no se adecua a la realidad. Hoy presentamos el estudio que hicimos y hay un desfasaje del 31% con respecto al reajuste. Decidimos instar al Ministerio del Trabajo a que se haga una reunión tripartita entre el Ministerio de Hacienda, Industria y Comercio, junto al BCP a los efectos de encontrar una política salarial para todos”, remarcó.
El salario ascenderá a G. 2.550.307 a partir del próximo 1 de julio y los trabajadores sugieren que no solo se debería buscar soluciones monetarias, sino que debe encontrarse alternativas como programas de viviendas de casa propia, costos diferenciales de energías y servicios para que el obrero pueda tener una vida más digna. En ese sentido, no descartan realizar movilizaciones a finales de julio e inicios de agosto con el fin de ser escuchados.