La Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) destaca la puesta en marcha de proyectos llevados a cabo en el país, que por un lado mejoran la seguridad alimentaria de los consumidores y, por el otro lado, ayuda al empoderamiento económico de las mujeres cabeza de familia.

Específicamente habla del proyecto “Semillas para un futuro sostenible”, con la realización de huertas familiares, en el que el 90% de las personas beneficiarias son mujeres, en el que el organismo apoya al Ministerio de Desarrollo Social, que lleva adelante la iniciativa gracias a la financiación de Itaipú Binacional con el suministro de kits para que las familias cultiven sus propias huertas.

Una de las beneficiarias del proyecto, Liz Yegros (27), madre de un hijo, es oriunda de la ciudad de Luque, específicamente del asentamiento de Virgen de Caacupé, cuando se enteró del proyecto mostró gran interés en ser parte debido a que tenía que solventar gastos elevados y al no contar con un ingreso seguro, no dudó en tomar la oportunidad.

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Cuatro meses después de recibir los insumos necesarios para empezar a cultivar su huerta, comenzaron a crecer pimientos, coles, tomates y lechugas alrededor de su hogar, los cuales, además de la posibilidad de comercializarlos, sirvieron también para el autoconsumo y una alimentación saludable

“Estoy muy feliz por esta oportunidad, nunca había hecho algo igual, es una experiencia nueva para mí y estoy muy agradecida. Ya no voy a dejar este trabajo porque me es muy útil y quiero continuar y dedicarme a esto permanentemente porque casi ya no compramos verduras, comemos las que tenemos en nuestra huerta”, resaltó la emprendedora beneficiaria de “Semillas para un futuro sostenible”, según un material compartido por UNOPS.

Es así que este proyecto se inició con el fin de fomentar el desarrollo económico a través de la venta de los excedentes de alimentos que cosechan las familias, a los mercados locales y en sus comunidades, que como para Liz, le permite seguir cuidando de su hijo a la vez que obtiene ganancias realizando un trabajo que disfruta en su casa.

“Mediante este proyecto hemos podido ver cómo las familias se han empoderado con conocimientos y competencias que les han ayudado a afrontar los desafíos cotidianos que planteó la pandemia”, expresó Julio Portieles, gerente de País de UNOPS en Paraguay.

El Ministerio de Desarrollo remarca que a un año después del inicio del proyecto, el 90% de las huertas se encuentra activa y produce alimentos, y abarca actualmente a unas 5.700 familias que viven en la pobreza o la pobreza extrema que se vieron beneficiadas de la creación de huertas familiares en los 14 departamentos de la Región Oriental.

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