La estimación de ganancia potencial para el Paraguay, a través de las oportunidades de nearshoring en el corto y mediano plazo, es de solo US$ 251 millones en el comercio de bienes, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y es el segundo con menor viabilidad luego de Bolivia, en tanto que los países con mayores condiciones son México (US$ 35.278 millones) y Brasil (US$ 7.844 millones).
Esto, conforme a cálculos del BID sobre la ganancia potencial para América Latina y el Caribe (ALC) bajo las mismas condiciones, podría representar un aumento de hasta US$ 78.000 millones en nuevas exportaciones de bienes y servicios, con importantes oportunidades para la región en la industria automotriz, textil, farmacéutica y energías renovables, entre otras.
Es lo que señala el informe que fue entregado este martes 7 de junio por el BID a líderes del sector privado para discutir oportunidades del hemisferio, durante la apertura del foro de ministros de comercio con CEOs, organizado por el organismo multilateral, en el marco de la IX Cumbre de las Américas, realizado en Los Ángeles, California, Estados Unidos, al cual accedimos en conexión virtual.
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Pero antes de avanzar en este contenido, es preciso entender en qué consiste el nearshoring, cuyo término deriva de offshoring, que es el mecanismo por el cual una empresa transfiere sus procesos de negocio o de tecnología a terceros ubicados en destinos lejanos, con el fin de reducir costos, y se la conoce también como “economía de proximidad”, según publicaciones.
Cadenas globales
Hay que mencionar que los ejemplos más conocidos de offshoring son la contratación de empresas ubicadas en China o en India para la prestación de servicios de tecnología, pero como no está resultando tan rentable por los altos costos de capital humano, se empezó a aplicar la figura del nearshoring.
Al respecto, el presidente del BID, Mauricio Claver Carone, mencionó que las crecientes preocupaciones ambientales, sumadas a la crisis sanitaria y la reciente guerra entre Rusia y Ucrania, generaron un contexto en el que se encontró que la región puede aportar a la economía global.
Así también, ALC puede dar combate contra la inflación, cada vez más alta a nivel local y regional, mediante una mayor participación en las cadenas globales de suministro, de manera sostenible y equitativa. “El apoyo a la reconfiguración de las cadenas globales de valor (CGV) es una de las prioridades de la Visión 2025 del BID para acelerar la recuperación económica y el crecimiento de la región”, subrayó Claver Carone.
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