El 22% de la cantidad total de clientes del Crédito Agrícola de Habilitación (CAH) son jóvenes de entre 18 a 35 años. Uno de ellos es la joven emprendedora Nazarena Bejarano, de 21 años, quien lleva adelante su emprendimiento “Alma Natural – Ingeniería Agropecuaria” en Itá. La misma se encuentra cursando el 4to. año de ingeniería agronómica; el negocio que lleva adelante se destaca en la producción hortícola (sandía, melón, tomates cherry y frutilla), servicios y ventas de insumos agrícolas.
También realizan planificación para la construcción de invernaderos, preparación de suelos y sistemas de riego-agro y jardines. Entre los servicios que brindan también está el asesoramiento y asistencia técnica a campo y en línea, producción de plantines para la venta; en lo que va del año lograron comercializar 30.000 plantines de frutilla a los productores.
Desde hace dos años cuenta con este emprendimiento familiar que está ubicado en la Compañía Caaguazú de Itá, lo impulsa en junto con su padre, Don Isidro, también productor hortícola. “Él me acompaña muy de cerca en todos los trabajos”, destacó.
En otro momento subrayó que en plena pandemia inició el proyecto; “comencé cultivando tomates y frutillas, para luego industrializarlos y vender por Asunción, de esa manera fue agrandándose y expandiéndose más mi negocio, hoy en día tengo muchos contactos y una muy buena clientela”, mencionó.
Emocionada la joven comentó que hace seis meses accedió a su primer crédito, asistida por el Centro de Atención de J. A. Saldívar del Crédito Agrícola de Habilitación. “Ofrecen créditos para capital, con muy bajos intereses y buenos plazos de financiamiento”, resaltó.
Agregó que sus productos los comercializa en los alrededores de la zona central, incluso abarcando ciudades como Paraguarí, Cordillera, Guairá, Pedro Juan Caballero, Alto Paraná, Concepción, entre otras localidades.
Decisión de emprender
Convencida de que toda persona puede llevar adelante un emprendimiento, señaló que no es fácil, pero lo más importante es tomar la decisión de emprender. “Muchas veces por el miedo nos quedamos y nos conformamos donde estamos, pero realmente cuando uno se vuelve protagonista, logra crecer imparablemente en cuanto a lo profesional y laboral; es complicado al comienzo, cuesta, pero con dedicación e insistencia se logra salir adelante”, aseguró.
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Entre los créditos vigentes del CAH está el préstamo de producción, destinado para actividades productivas en sus diversas formas: artesanía, agropecuarias, pequeñas industrias y otras actividades destinadas a la fabricación, elaboración u obtención de bienes.
Así mismo, destinados a los sectores de servicios: para prestación de servicios diversos, ya sean áreas rurales, periurbanas o urbanas; comercio: para actividades comerciales, ya sean de áreas rurales, periurbanas y urbanas; y el de consumo: para pagos de bienes y servicios (a modo referencial, productos de la canasta básica, salud, mejoras y equipos básicos del hogar y educación).